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Armas

La Argentina desgarrada por el delito - Parte 1 -

De cómo políticas públicas desarmistas y de pacificación social construyeron el estado de violencia armada e inseguridad actual

Autor: Socolovsky Christián

Fecha publicación: 12/02/2021

"El mundo es lo que creemos que es. Si podemos cambiar nuestros pensamientos, entonces podremos cambiar el mundo." Henry Major Tomlinson – 1920

Desde hace casi dos décadas los argentinos hemos asistido a distintos experimentos sociales en materia políticas públicas de seguridad ciudadana basadas en teorías dudosas o tendenciosas estadísticas. Básicamente encontramos dos corrientes, la de "Tolerancia Cero y Mano Dura" contra el delito y las garantistas denominadas "Doctrina Zaffaroni" que consideran al delincuente una víctima de la sociedad.

Paradójicamente ambas ramas tomaron al grupo de legítimos usuarios y sus armas como parte del problema y no de la solución. A las armas se las considera como objetos que promueven la violencia, y a sus usuarios como violentos. Las dos facetas buscaron la pacificación civil mediante el fuerte desaliento a ser legitimo usuario y el desarme ciudadano mediante la entrega de armas para su destrucción.

De más está decir que en la actualidad asistimos al fracaso de todas esas teorías y que la delincuencia dio varios pasos más adelante que las instituciones, cambiando el paradigma de las cosas.

Cuando alguien acusa a un inocente como los legítimos usuarios como responsables de la violencia social, se pierde el foco de las verdaderas causas de la violencia armada e inseguridad social: falta de medidas estructurales para corregir el desempleo, la falta de capacitación laboral, la inflación, la desigualdad social, el cierre de empresas, entre otros. Es fácil encontrar un buen chivo expiatorio para mostrar acciones que en realidad no son tales.

Es aquí donde el Estado y los Medios son parte del problema y no de la solución. Los sucesivos errores y falta de coraje político para tratar al delito como lo que es y usar falsas hipótesis de trabajo para poder realizar discursos "políticamente correctos" y desentenderse de la realidad que sufre el ciudadano de a pie queriendo imponer una realidad desvirtuada pero políticamente conveniente a los funcionarios, es lo que llevo al coctel explosivo de violencia actual. Recuerde el lector la famosa frase: "la inseguridad es una sensación".

Podemos decir que prácticamente luego de Don José Genaro Báez (y alguna otra muy corta excepción) quienes lo sucedieron sabían poco y nada de la cuestión y en algunos casos hasta trabajaron para destruir lo construido. A modo de ejemplos recientes podemos citar al Ex Director Nacional Andrés Meiszner a quien se le atribuyeron algunas graves irregularidades administrativas en el manejo de portaciones y pólvora, pero si el lector me permite el subjetivismo al darle un adjetivo, sin duda quien se lleva el título de "Reina de la Corrupción y el Desarme" es la Lic. Natalia Gambaro, quien fue la primera Directora Nacional de la flamante creada Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) que mediante un contrato monopólico, dirigido y corrupto prácticamente logro destruir el registro de legítimos usuarios como nunca antes nadie lo había hecho. Hay que recordar que en el programa "Periodismo para todos" que dirige el periodista Jorge Lanata ella dijo: "yo no hago nada sin aprobación del Ministro" refiriéndose a German Garavano. Es cuestión de tiempo que las causas en su contra radicadas en Comodoro Py avancen, ya que las pruebas son contundentes, el asunto legal y administrativo es innegable y el paquete completo es cosa juzgada como para haber dictado sentencia ayer.

Las ONGs desarmistas son responsables de este fracaso también, ya que son las que han provisto las falsas hipótesis, teorías y manipulación de datos para tergiversar la realidad en función a la conveniencia política, a cambio de jugosos honorarios, lujosos viajes y esplendidas conferencias en suntuosos hoteles. Veremos la manipulación en los papers de trabajo de María Pía Devoto, Directora de la Asociación para Políticas Publicas (APP) y su colega Diego Fleitas, Coordinador de Políticas Publicas en Seguridad (APP) así como también de Alfredo Marcenac de la Red Argentina para el Desarme (RAD) o Alberto Binder Presidente y su equipo de desarme del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP). Todos ellos además queriendo establecer una agenda de acción sobre el ex Registro Nacional de Armas (RENAR) hoy la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) mediante la alteración en la exposición de datos.

La actual delincuencia supero al círculo operativo Ley-Policía-Justicia-Correccional. Esto era previsible, ya que cuando se toma al delincuente como víctima de la sociedad, y no se toman acciones sobre las causas que lo llevaron a delinquir y corregirlas, el fracaso es cuestión de tiempo. En ese aspecto se habló mucho y se hizo poco, no se diseñaron políticas públicas de contención social, de moderación de la violencia, ni de prevención del delito ni su reincidencia.

Cabe agregar que la violencia social actual refleja también la violencia política y la violencia mediática que día a día alimenta la división y el odio entre los argentinos. La peor violencia por parte de la casta política es negar la realidad y no tomar acción. La peor violencia por parte de los delincuentes es que hoy ni respetan la vida ni la ley. La peor violencia por parte de los medios es lo "políticamente correcto". Y la peor violencia por parte de las ONGs es mentir una situación a cambio de fondos públicos.

A la inseguridad actual se llega así, mentiras sobre tergiversaciones, manipulaciones sobre ideologías, negaciones sobre derechos constitucionales, intenciones políticas sobre verdades, descalificaciones personales sobre apariencias, ignotos sobre profesionales, día a día, mes a mes, año tras año, hasta que un buen día, la realidad aparece. El Estado se auto-creó un discurso y se lo creyó, desoyendo al pueblo.

Cambios en los paradigmas: El Delito

En septiembre del año 2014 la ONG "Asociación de Políticas Públicas" (APP) cuya Directora es María Pía Devoto, publicaba "Homicidios y Suicidios en Argentina – Alcances y Evolución 1997-2012". (1) En ese documento podemos encontrar un estudio profundo de la matriz de datos del Ministerio de Salud, siendo correlacionado con distintos parámetros, para establecer una hipótesis de "causa-efecto" en especial ligado fuertemente con la tenencia de armas de fuego.

En su página 13 llega a la conclusión que "La posesión de armas y posiblemente la resistencia de la víctima son un factor de riesgo muy importante para la ocurrencia de homicidios", en especial cuando se habla de robos, de policías resistiéndose a un delito, o de hogares con armas de fuego.

Esta conclusión pone énfasis sobre la victima en la responsabilidad de la escalada de violencia al querer defenderse de su victimario y no sobre el delincuente que agrede ilegítimamente con poder letal. En otras palabras: le echa la culpa a la víctima por ser agredida y no al victimario agresor. Difícilmente una víctima pueda generar acciones que "agraven" su situación ante un delincuente que está dispuesto a usar un arma cargada y matar. Argumentar algo así es desconocer la psique del delito.

De teorías como esas surgieron frases como: "tenes un arma, tenes un problema", "si te roban entrega todo, no te resistas." No se le puede aconsejar desde el Estado a una persona que se deje robar, se deje violar y hasta después se deje matar porque el delincuente es "una incomprendida víctima de la sociedad". Es función del Estado proteger la vida y los bienes de los ciudadanos.

Paradójicamente promover el Derecho Constitucional a la Legitima Defensa es tomado por el Estado, los Medios y las ONGs como justicia por mano propia, gatillo fácil o justiciero recordando el caso del Ingeniero Santos, como si la realidad del año 1990 fuera la realidad actual de nuestro 2021. Todos esos fundamentos quedaron obsoletos, insistir en ellos es no entender la realidad.

Y la realidad del año 2021 sorprende para mal: el delito se ha tornado altamente violento, fuertemente armado. Los delincuentes tiran a matar para luego robar o disparan a matar sin siquiera robar. Muchos capturados tienen en poder la tarjeta "Alimentar", han cobrado los IFE y son asistidos con planes sociales, por lo cual, la necesidad de subsistencia está cubierta. En otras palabras, los delincuentes dejan de ser víctimas y pasan a ser asesinos.

Por otro lado cabe mencionar que el delito se ha profesionalizado, poseen conocimientos de cómo usar sus armas, están mejor entrenados que la policía, tienen mejores armas y en algunos casos hasta automáticas que superan en poder de fuego a las fuerzas de seguridad. Saben cómo actuar en banda y actúan con total impunidad. Hay abundantes imágenes en internet donde se puede ver a delincuentes en una clara posición ofensiva "Weaver" mientras roban usando guantes de nitrilo para no dejar huellas.

El paradigma de la delincuencia cambio y dejo anticuados los discursos "políticamente correctos" del Estado, los Medios y las ONGs. Hoy la delincuencia mata sin motivo, esta armada, esta entrenada y sabe bien lo que hace. No son víctimas, hacen de ciudadanos inocentes víctimas.

Cambios en los paradigmas: Legítimos Usuarios y sus armas

Los primeros fuertes argumentos en contra de los legítimos usuarios y sus armas legales los podemos encontrar durante el desarrollo del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) en el Senado de la Nación durante el año 2008. Participaron entidades desarmistas como el INECIP. Encontramos en el documento senatorial Nro. 6980 "Violencia con Armas de Fuego en América Latina" (2) en su página 11 los siguientes argumentos para justificar el desarme de los ciudadanos legales:

a) Que en el Sistema de Control de Armas se busca la Seguridad del Estado y por lo tanto se controla las armas de quienes pongan en riesgo al gobierno.

b) Que en el Sistema de Desarme Civil se busca la Seguridad de los Ciudadanos, tendiendo a evitar la resolución letal de conflictos banales, accidentes y desvíos.

Continúa en su página 18 y 19 esta vez hablando de los legítimos usuarios:

c) Que los legítimos usuarios se presentan como "Hombres de Bien" que plantean que se los quiere desarmar para favorecer a los delincuentes, presentando que sus armas no son el problema sino la de otros, y que promueven el armarse para proveer su propia seguridad contra el delito, para finalizar diciendo "que un análisis más desapasionado y reflexivo nos demuestra la falacia de tal respuesta"

Increíblemente, en este documento se les asume a personas sin antecedentes penales y con un examen psicofísico aprobado la capacidad de poner en riesgo a la democracia, de generar conflictos banales interpersonales con resolución letal, y que su "Hombría de Bien" es un argumento falaz.

En este último fin de año hubo dos hechos de disparos al aire en los cuales hubo que lamentar dos muertes. El primer hecho no se pudo establecer quien lo realizo, pese a las investigaciones, no había legítimos usuarios en la manzana para acusar. Del segundo hecho, en la ciudad de Moreno, la persona en cuestión no era legítimo usuario y poseía un arma de dotación policial con la numeración alterada. Los medios intentaron de todas formas condenar a legítimos usuarios de estos hechos, siguiendo los lineamientos del discurso atrasado. Hay mucha capacitación entre los legítimos usuarios respecto a no realizar disparos al aire y estos hechos son altamente condenados. Difícilmente un legítimo usuario se juegue su credencial y tenencia por "celebrar" con un disparo al aire.

El paradigma de los Legítimos Usuarios cambio: de acuerdo a estadísticas oficiales de organismos del Ministerio de Justicia, los Legítimos Usuarios son responsables del 0,001% de los hechos cometidos con armas de fuego en la República Argentina, y de ese porcentaje 99,50% son hechos de legitima defensa.

Referencias Parte 1

1) https://es.scribd.com/document/305555039/Homicidios-y-Suicidios-en-Argentina-2014
2) https://www.senado.gob.ar/upload/6980.pdf

Socolovsky Christián

DNI 20.995.989
Contador Público
Instructor de Tiro B (Legajo ANMAC 5752)
socolovskychr@gmail.com