Autor: Recine Angel
Fecha publicación: 07/11/2003
Parte de este artículo ha sido extraído del Manual para Coleccionista de Cartuchos que fue editado por la Asociación Argentina de Coleccionista de Armas y Municiones en el año 1992 y realizado por un maestro que ya no está: Don Martín Battistessa (F) Socio Fundador de la Asociación.
Generalidades
Desde estas paginas solamente queremos guiarlos e informarles y también asesorarlos sobre como y que coleccionar, comenzando una o continuar con la que tenemos.
Las fuentes donde los coleccionistas pueden hallar ejemplares, para iniciar una colección o acrecentar la ya existente, son varias en primer lugar se encuentran los coleccionistas avanzados que siempre disponen de duplicados para el canje con otros aficionados y las asociaciones o clubes de coleccionistas (en la Argentina se encuentra la Asociación Argentina de Coleccionista de Armas y Municiones de la cual soy socio desde el año 1978) que se ocupan de la compra - venta - canje de cartuchos para favorecer de este modo a sus asociados.
También se puede recurrir a la buena voluntad de algunos armeros que pueden tener ejemplares interesantes entre los repuestos o en el fondo de algún cajón, los poseedores de armas antiguas o de calibres en desnudo. Y las asociaciones y coleccionistas del extranjero, algún familiar que siempre nos promete alguna bala vieja cuando se entera de nuestra inquietud, las casas que se ocupan de la compra - venta de antigüedades suelen tener alguna cajita con cartuchos entre los que se pueden hallar alguno interesante, en almacenes viejos o ferreterías que en otros tiempos vendían cartuchos para armas, revolver, pistola o rifles, principalmente en los pueblos y ciudades del interior del país, etc.
En cualquier caso es conveniente no desmerecer el valor emotivo de un cartucho cuando algún pariente, conocido o amigo, nos regala un ejemplar, ya que de esta manera nos recordara cuando en otra oportunidad llegue un nuevo cartucho a sus manos. La búsqueda de nuevos ejemplares es uno de los incentivos de todo coleccionista y hace que este valore en su justa medida el crecimiento de una colección.
Limpieza de los cartuchos
Una vez que ha llegado a nuestras manos un ejemplar y este se encuentra carbonatado o sulfatado (manchas verdes) debemos eliminar las mismas con mucho cuidado empleando una lana de acero fina (tipo virulana) con un poco de detergente y agua, sin estropear el cierre de papel cuando el cartucho lo tuviese.
Si el ejemplar está sucio de tierra y grasa, como ocurre con los cartuchos cuyo proyectil es de tipo de lubricación externa, se limpian con un trapo o franela seca, o humedecida suavemente en bencina o solvente industrial. Debe tenerse cuidado de no eliminar la totalidad del lubricante que cubre el proyectil, principalmente en los viejos cartuchos para pistola fabricados durante el siglo pasado y principios de este por la firma D.W.M., los que se encuentran recubiertos de una película muy fina de cera verdosa.
Cuando la carbonatación es muy avanzada se elimina empleando, con mucho cuidado, una solución de ácido sulfúrico en agua al 10 o 30%, evitando destruir elementos o marcas existentes en los cartuchos. Cuando el cartucho se encuentra limpio algunos coleccionistas acostumbran aplicar al mismo una mano muy fina de laca incolora a la piroxilina para su mejor conservación.
Esta laca debe aplicarse siempre después de identificar correctamente al nuevo ejemplar pues si debemos hacer alguna inscripción en el mismo la laca dificulta la operación. En este ultimo caso se puede eliminar la laca con un algodón humedecido en acetona.
Identificación de los cartuchos
Cuando un cartucho presenta en su base o cabeza las cifras o marcas que caracterizan su calibre, como ocurre con la mayoría de los cartuchos fabricados en los EEUU, la identificación del mismo no presenta problemas, pero si estas marcas faltan o no dicen nada respecto al calibre entonces se debe recurrir a las medidas indicadas en los manuales que los hay en ingles y algunos en español en nuestra asociación se han editados manuales de identificación de cartuchos o consultar con otro coleccionista que tenga un ejemplar similar perfectamente identificado.
La identificación se lleva a cabo tomando una serie de medidas, mediante un buen calibre, y comparando estas medidas con las existentes en las tablas que acompañan los manuales, estos los hay en distintos idiomas como dije anteriormente.
Las medidas que deben tomarse son las siguientes (ver figura 1).
Se debe considerar también como dato importante el tipo de encendido, el material empleado en la construcción de la vaina el proyectil, los colores que pudieran tener estos cuando se trata de cartuchos militares de uso especifico (tipo trazadoras, de reglaje, perforantes, etc).
Tipos de culotes y vainas
Existe un grupo perfectamente definido de culotes y de vainas dentro de las que se encuadran la mayoría de los cartuchos existentes, salvo raras excepciones. Los culotes pueden ser de los siguientes tipos (ver figura 2).
A: Sin Reborde y sin garganta extractora
Se conocen en ingles como Rimless-Grooveless se encuentran en los primeros modelos de las pistolas Bergmann 5 mm (mod. 94) y Bergmann 6,5 mm (mod. 94).
B: Sin reborde y con garganta extractora (Rimless)
Se encuentran en los cartuchos de las pistolas semiautomáticas y automáticas y en la mayoría de los fusiles modernos.
C: Con Reborde (Rimmed)
Se encuentran en los cartuchos para revolver, para rifles Winchester y en la mayoría de los cartuchos para fusiles del siglo pasado
D: Con Reborde y garganta extractora (Belted)
Es un culote característico de los cartuchos tipo mágnum exclusivamente para rifles o armas largas, desarrollado en 1912 por la casa inglesa Holland Holland.
Los culotes vistos de perfil presentan cuatro tipo distintos y básicos de perfil (ver figura 3).
Las vainas que más comúnmente se presentan en la mayoría de los cartuchos son las siguientes (ver figura 4).
Acondicionamiento de las colecciones
La forma de conservar las colecciones y por lo tanto su acondicionamiento final depende del criterio de cada coleccionista ya que no existe un método general para determinar la forma en que se van a disponer los cartuchos y que tipo de alojamiento se dará a los mismos. Existen distintos sistemas o criterios y la aplicación de los mismos queda librada al gusto o idea de cada coleccionista.
Una vez identificados los cartuchos se pueden conservar colocándolos en sobres individuales de papel transparente como los usados por los filatelistas y los sobres fijarlos a tarjetas con los datos de los cartuchos. Con las tarjetas se compone un fichero. Este sistema tiene el inconveniente de no permitir observar la colección en conjunto y anula de esta manera parte del valor decorativo de la misma. Mas elegantes son los métodos que permiten tener los ejemplares a la vista con lo que se logra una visión de conjunto.
Con este fin se pueden fijar los cartuchos sobre rectángulos de cartón o un material similar mediante una atadura de alambre de cobre fino y luego colocar los rectángulos en cajas de tamaño adecuado. Esta técnica es aconsejable únicamente en aquellos casos en que se quiere formar series completas de cartuchos y cuando estas han sido logradas en su totalidad o bien para presentar los cartuchos en exposiciones bajo forma de cuadros.
Existen coleccionistas que acostumbran a colocar los cartuchos en bases de madera de forma primastica rectangular en las cuales se han practicado orificios de diámetro adecuado al culote que alojaran. También se pueden emplear estantes de 3 a 4 cm de ancho adosados a una pared o bien como parte de un mueble tipo vitrina, de poca profundidad, cerrado con puertas de vidrio.
Estos últimos métodos presentan el inconveniente que al tocar un cartucho este puede rodar y desplazar de su lugar a varios cercanos. Quizá uno de los mejores sistemas de disponer la colección en una cajonera similar a las empleadas como muestrarios de carreteles de hilos de colores o bien emplear uno de estos muestrarios en desuso y adaptándolo al fin que nos proponemos. Los cajones deben tener altura, unos 3 a 5 cm es suficiente, de forma rectangular con divisiones a lo largo.
Las divisiones deben tener entre si un espacio tal que permita alojar los cartuchos mas largos y estar distribuidas de manera que se puedan agrupar en una división los cartuchos de menor longitud y en otras los restantes.
Se puede destinar un cajón para los cartuchos de revolver y pistola en calibres milimétricos, otro para los del mismo tipo en calibres de fracción de pulgada, otro para los cartuchos para rifle de origen norteamericano fracción de pulgada, otro para los del mismo tipo de origen ingles y en ultimo para aquellos de arma larga cuyo calibre se clasifica dentro de los milimétricos.
Siempre debe reservarse algunos cajones para ampliar la colección a medida que se obtienen nuevos ejemplares y reservar un cajón o varios para los cartuchos para escopeta o fuera de clasificación como los experimentales o de transición. No debemos de olvidar tampoco de destinar un cajón para los cartuchos de encendido anular o fuego circular. Sobre el fondo de los cajones se deben colocar, en cada división, tiras de cartón o papel corrugado para evitar el desplazamiento lateral de los ejemplares cuando se abran o cierran los cajones.
Para los coleccionistas avanzados son muy recomendables los ficheros empleados en las oficinas para guardar correspondencia y que están constituidos por una serie de cajones de poca altura superpuestos, estos se pueden adquirir construidos en chapa de acero o bien de segunda mano en madera, generalmente de roble, hoy en el mercado podemos encontrar unos ficheros de material plástico o PVC.
Cuando se obtiene un ejemplar que carece de proyectil, es decir solamente la vaina, es preferible colocarlo en la colección de esta manera a insertar en la misma un proyectil que no le corresponda. No es necesario desarmar los cartuchos para inactivarlos, no retirar de las vainas la carga de pólvora, esta no representa ningún peligro para el coleccionista salvo en el caso de cartuchos para armas automáticas (ametralladoras) cuyo calibre es de 20 mm o superior a este, ya que la mayoría de los casos se trata de cartuchos con proyectiles explosivos o incendiarios de uso en las fuerzas armadas.
En este caso los cartuchos deben ser inactivados por personal idóneo en la materia y nunca por el coleccionista. Este peligro presentan también los calibres menores cuando los proyectiles son del tipo explosivo o incendiario, por lo que el coleccionista debe informarse exactamente de las características del mismo para tomar las precauciones debidas.
Tipos de colecciones
Generalmente los coleccionistas de nuestro medio se ocupan de la totalidad de los distintos tipos de cartuchos existentes y encaran su colección bajo uno de los tres aspectos principales:
Cuando un coleccionista desea especializarse en un determinado tópico la lista de motivos existentes es larga, daremos únicamente los principales grupos de cartuchos en que se puede encarar una colección seria y avanzada:
De esta manera podríamos continuar la lista con un numero mayor de motivos, queda librado a los coleccionistas determinar el motivo de su especialización
Nomenclatura de los calibres
Existe una diferencia fundamental entre el sistema empleado para definir un calibre de cartucho para arma de cañón liso (escopeta) y el empleado para un arma de cañón rayado (rifle). En el primer caso se define como calibre a la cantidad de balas de plomo, esféricas, que se pueden obtener de una libra de plomo por eso cuanto menor es la cifra que identifica al calibre mayor es el diámetro del mismo.
Por ejemplo: el calibre de escopeta 16 significa que las balas de plomo esféricas de este tienen un diámetro tal que 16 de las mismas pesan una libra (453 gramos) de plomo. En lo que respeta a las armas rayadas el calibre en su origen indicaba el diámetro interior del cañón antes del rayado, pero posteriormente, al aparecer los cartuchos y variar las cargas para un mismo calibre de cañón fue necesario crear otros sistemas de nomenclatura, desarrollándose en consecuencia los que conocemos actualmente. Para su mejor compresión los agruparemos de la siguiente manera:
Sistema métrico
Es uno de los que presentan mas ejemplares y su uso se encuentra difundido en todo el mundo. Es común a los países que emplean el sistema métrico decimal. Este sistema emplea dos cifras separadas por el signo x, la primera cifra representa el calibre en milímetros (diámetro del cañón antes del rayado) y la segunda el largo de la vaina también en milímetros, mediante este sistema un cartucho de calibre 7, 92 x 57 indica que el calibre del arma que lo emplea es de 7,92 mm y el largo de la vaina es de 57 mm.
Algunos cartuchos o calibres presentan en su denominación, a continuación de las cifras, la letra R, esto significa que la vaina tiene reborde (la R deriva de la palabra alemana rand que quiere decir precisamente eso : reborde). Otras veces acompaña a las cifras indicadoras del calibre el nombre del diseñador (5,6 x 61 Von Hofe) o bien el nombre del país en el cual es empleado por el ejercito en forma oficial (6,5 x 53 R Mannlicher Holandés) o bien el nombre del arma en la cual se emplea o para la que fue diseñado originalmente (6,5 mm Mannlicher - Schoenauer).
Cuando los cartuchos de origen europeo o milimétricos no llevan en su denominación la letra R quiere decir que la vaina carece de reborde y en su lugar presenta una garganta de extracción como ocurre con la mayoría de los cartuchos militares y deportivos modernos (7,65 Mauser, 7,62 nato, 8x 57 Mauser, etc).
Sistema en pulgadas inglés
Los cartuchos en calibres de origen ingles están expresados en cifras cuya unidad es la milésima parte de pulgada. Así por ejemplo: el.303 British (oficial en el ejercito de la Gran Bretaña hasta después de la segunda guerra mundial) es un cartucho cuyo calibre corresponde a un diámetro interior del cañón antes del estriado igual a .303 / 1000 de pulgada, lo que en el sistema métrico seria igual a 7,70 mm.
A continuación de la cifra que indica el calibre se puede hallar el nombre del diseñador o del arma que lo emplea o bien el del país cuyo uso es oficial ; así podemos encontrar calibres como el.577 Snider, el .450 Turco ,el .505 Gibbs, el .375 Holland Holland, etc.
Cuando un cartucho es reducido en su calibre, conservando el resto las medidas originales, los armeros y fabricantes ingleses lo identifican mediante dos cifras separadas por una barra, ejemplo:.500/.450 nitro exprés, la primera cifra indica el calibre del cartucho original (.500) y la segunda (.450) el calibre del nuevo cartucho, nitro por tratarse de un cartucho con carga de pólvora piroxilada y expres por usarse en los dobles rifles de este tipo.
Cuando existe mas de un cartucho con el mismo calibre, pero la longitud de la vaina es distinta se agrega a la denominación el largo de la vaina en pulgadas o en fracción de pulgada.
En este caso se encuentran tres cartuchos de calibre.500 cuyas respectivas denominación son: .500 Black Express 2, .500 Black Express 2,45 y .500 Black Express 3. Como podemos ver el tipo de cartucho es el mismo: Express para pólvora negra y de un calibre igual a 500 / 1000 de pulgada, pero la longitud de las vainas es de 2, 2,45 y 3" pulgadas respectivamente.
En la denominación de otros calibres aparece la palabra Flanged lo que indica que se trata de un cartucho con reborde o bien la palabra Belted que se trata de un culote típico de la casa Holland Holland y que en nuestros días se ha difundido enormemente entre los calibres de alto poder conocidos como Magnum.
Sistema en pulgadas norteamericano
Es un sistema de uso común en nuestro medio pues las armas de este origen han tenido y tienen amplia difusión comercial en nuestro país y en la mayoría de los países sudamericanos.
La cifra que caracteriza al calibre indica, en centésimas de pulgada, el diámetro interior del cañón antes del estriado. El sistema es similar al ingles con la diferencia que la unidad empleada es la centésima de pulgada y no la milésima. Esto significa que un cartucho de calibre.380 inglés corresponde a uno.38 norteamericano.
Encontramos denominaciones de calibres formados por dos cifras o en algunos casos tres, como ejemplo el cartucho .38 -.40 conocido también como.38 Winchester CF. Las dos primeras cifras (.38) indican el calibre del mismo mientras que las siguientes (.40) indican los grains de pólvora negra con los que se cargo originalmente. Debemos recordar que un grain o grano equivale a 0,064 gramos (64 miligramos).
Lo mismo ocurre con el .44 - .40 o .44 WCF tan familiar en nuestro medio. Cuando se trata de tres cifras, como por ejemplo el .45 -.90 - .405 Winchester, las dos primeras cifras (.45) indican el calibre del arma, las segundas (90) los grains de pólvora negra de la carga original y la tercera (.405) los grains que pesa el proyectil de plomo en la carga original.
También nos podemos encontrar con cartuchos en los que aparece el nombre del diseñador (.30 Newton, .30 Gibbs, .257 Roberts, etc) o bien denominaciones o nomenclaturas en las cuales se indica la velocidad inicial del proyectil (.250 - 3000 Savage, .22 - 4000 Sedgley, etc) en pies por segundo o en el año en que tubo su origen el cartucho, como es el caso del empleado por el ejercito de los EEUU hasta la adopción del 7,62 nato y bien conocido por los aficionados a la caza y el tiro, nos referimos por supuesto al .30 - 06 Goberment.
Esto ocurre con otro cartucho oficial en los EEUU, el .30 - 03 de muy poco uso por el ejercito de esa nación.
Tablas de dimensiones
La identificación final del cartucho debe realizarse tomando con un calibre las dimensiones ya indicadas y buscar la concordancia, dentro de los márgenes de tolerancias existentes, en las tablas de los manuales y/o catálogos de época o reproducciones. Aquí en la Argentina contamos con una muy buena biblioteca en nuestra asociación de coleccionistas que puede ser consultada para tal fin.
En algunas catálogos y manuales las ilustraciones no concuerdan con las medidas reales bajo ningún concepto debe identificarse el cartucho superponiéndolo a la ilustración sino comparando sus medidas.
Recine Angel
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