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Armas

15 Seg. - 36,5 Mts - 8 impactos

Los números de Elisha Dicken, el ciudadano armado que detuvo a un tirador salvando cientos de vidas

Autor: Rubio Gustavo S.

Fecha publicación: 02/08/2022

Quince segundos, treinta y seis metros y medio, ocho impactos. Estos son los números de Elisha Dicken, el ciudadano armado que detuvo a un tirador en un centro comercial de Indiana salvando cientos de vidas. Innegable.

Pero esos números no salieron en los medios masivos. Ningún periodista de policiales de las grandes cadenas (locales e internacionales) informaron que un civil detuvo lo que hubiera sido una masacre.

El joven de 22 años portaba una pistola gracias a la reciente Ley de Portación Constitucional (Constitutional Carry Law establece, en trazos gruesos, que la portación también se encuentra amparada por la Segunda Enmienda y debe respetarse en cada Estado) adoptada por el Estado y que entró en vigor el 1 de julio. Apenas 15 segundos después de que el criminal abriera fuego hiriendo a 3 personas, Dicken se estabilizó en un poste y disparó diez tiros, golpeando al tirador desde 36 metros de distancia.

De esto, nada en los noticieros ni en las columnas de los portales de noticias...

Eso si, segundos después de que ocurre un tiroteo masivo, los fanáticos e ideólogos se amontonan a los codazos con los periodistas sensacionalistas para emitir declaraciones exigiendo nuevos controles de armas, incluso si las leyes que ya están vigentes no evitaron lo sucedido y transpolando esa insanía a nuestro país.

No aparecen las declaraciones de Jim Ison, jefe de policía de Grennwood, que dijo "Sus acciones no fueron poco menos que heroicas. Se enfrentó al pistolero desde bastante distancia con una pistola. Era muy hábil en eso, tácticamente sólido y mientras se movía para acercarse al sospechoso, también les indicaba a las personas que salieran detrás de él". Una vez abatido el tirador y el peligro había cesado, el jefe de policía aclaró "Muchas personas habrían muerto anoche si no hubiera sido por un ciudadano responsable y armado que actuó muy rápidamente en los primeros dos minutos de este tiroteo".

De eso, nada en los noticieros y ni en portales de noticias.

El mensaje mediático, regado por las mentiras de las turbias ONGs desarmistas como INCEIP, RAD, APP, IPPSEJU, etc es claro: las armas causan violencia. La gente no, las armas. Hay que gravarlas, sacarlas de la sociedad, prohibirlas, regularlos, estigmatizarlas. Caca. Mala. Tales reacciones están enfocadas a generar respuestas emocionales e instintivas, peligrosas en si mismas si queremos buscar soluciones reales y verdaderas, para desviar la atención de lo que realmente es un hecho: las armas legales salvan vidas.

Lo peligroso de esa relación entre emociones y marco legal es que la lógica y frialdad necesaria para crear una herramienta de ordenamiento social está viciada de subjetividades que la llevan a ser injusta e ilegítima. Es como querer modificar la velocidad de los autos para que no sobrepasen los 40 km por hora en las ciudades y asi evitar accidentes. Loable, rápido y parejo. El problema está en si tenés una emergencia y debés ir al hospital, o si para andar más rápido podés pagar un plus por ese privilegio, o si trabajas para el estado la ley no se aplica. ¿Parece injusto? Bueno las leyes de armas en Argentina son así y, según pasan los años, pareciera que fue adrede.

Una país que establece una relación directa entre sus emociones y sus leyes, sus emociones y su justicia no puede conservar su libertad por mucho tiempo. Sobran los ejemplos de países hijos del socialismo en donde el desastre social fue de la mano con estos principios.

Pero la libertad no es lo único que probablemente se vaya perdiendo cuando se aprueban leyes sobre armas para apaciguar las emociones fogoneadas por las quintas columnas del neocomunismo. Cuando aborrecen la razón, la evidencia, la lógica y los derechos, cuando se las invisibilizan y manipulan también se perderán vidas. Muchas. Pasa en el país desde el 2004.

¿Cuántas vidas se salvan realmente gracias a la tenencia legal de armas? Esta es una pregunta sumamente importante que los funcionarios, políticos y periodistas grandilocuentes en general y convenientemente, ignoran o eligen ignorar. ¿Cuántas veces leemos titulares como "joven baleado en Rosario" y al leer la nota nos encontramos con que el baleado no era tan joven y había entrado a robar a dos ancianos? Por supuesto, en este incidente en particular es muy desafortunado pero no hay que perder de vista el hecho hecho de que con la presencia de un arma en manos de las victimas la agresión ilegitima cesa y se evitan baños de sangre. Es común que en lugares en donde "El Estado presente" es sólo un slogan los dueños de armas legales blandan un arma y salven vidas sin ningún tipo de lesión a terceros o en las excepciones en las que el agresor resulta herido.

Lamentablemente la Argentina es un país sin muchos datos y si encontrar datos ofociales sobre armas de fuego es un tema, encontrar datos sobre la efectividad de las armas en prevenir delitos y crímenes es imposible. Así que, siguiendo lo que empezó con el Dicken, podremos referirnos a lo que sucede en EEUU a través del sitio GunFacts.info que trae notas al pie y referencias a fuentes autorizadas y dice: que las armas previenen aproximadamente 3 millones de delitos al año, o 8 mil y monedas todos los días (cifra que el CDC también esgrime). La mayoría de las veces, el arma nunca se dispara y no se derrama sangre (incluida la del criminal). El 60 % de los delincuentes condenados admitieron que evitaron cometer delitos cuando sospechaban que la víctima podría estar armada. También que los delincuentes informan que evitan entrar en las casas donde hay gente porque temen que les disparen. Menos del 1 por ciento de las armas de fuego se utilizan en la comisión de un delito.

En JustFacts.org, James Agresti proporciona evidencia abrumadora tomadas de múltiples fuentes que muestran que el uso de armas defensivas es más común y efectivo de lo que sugieren los fanáticos anti-armas como The New York Times por ejemplo. Dice que "el uso de armas defensivas es más que disparar a los malos y las personas que usan un arma para defenderse rara vez dañan (mucho menos matan) a los delincuentes. Esto se debe a que los delincuentes suelen retroceder cuando descubren que sus objetivos están armados".

John Lott, autor del libro "Más armas, menos delincuencia", es presidente del Centro de Investigación para la Prevención del Delito, otra fuente destacada de información sobre este tema. El escribe: "Por un 66% por ciento contra un 32%, los economistas y criminólogos admiten que las "Gun Free Zones" (zonas libres de armas) tienen más probabilidades de atraer a los delincuentes que de disuadirlos. Esto puede explicar por qué incluso The New York Times aún no ha colocado un cartel en sus oficinas que grite: "Esta es una zona libre de armas. Aquí no hay armas"."

Lo anterior es algo que los desarmistas jamás van admitir pero muy a su pesar los sucedido en ese shopping de Indiana deja en evidencia que los dueños de armas respetuosos de la ley son tan importantes como la policía, y probablemente incluso más, en el esfuerzo por mantener a los inocentes sanos y salvos. Un portador legal de armas salvó cientos de vidas en sólo 15 segundos.

Datos y no relato. Si de eso, nada aparece en los medios, es nuestro deber como Legítimos Usuarios empezar a hacérselo notar en los comentarios. Si de esos datos, nada aparece en las leyes que se note en las urnas.

Somos muchos, hagámonos escuchar.

Rubio Gustavo S.

Legítimo Usuario
Profesor de Inglés
Columnista sobre Armas y relacionados en Decilo Fuerte
Miembro ALUTARA
Email: saidrubio76@hotmail.com
Twitter: @GustavoSRubio

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