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La Larga Guerra: 18. El Terrorismo

El uso del terrorismo como arma de guerra

Autor: Seratti Ricardo

Fecha publicación: 01/07/2024

"Cuando el trueno estalla es tarde para taparse los oídos". Sun Tzu

El uso del terrorismo apunta a la psiquis del enemigo. Es un mensaje advirtiendo el costo a pagar de continuar con tal o cual acción. Busca quebrar la voluntad política y condicionar comportamientos. En algunos casos, suele lograr conmoción social y pavor incontrolable. Para Le Bon decía que se siente más terror en las amenazas que en el cumplimiento. La eficacia residía en que es un proceso psicológico a condición de que no dure mucho tiempo.

En muchos casos de violencia se emplea la palabra terrorismo buscando negarle toda legitimación política. Es una forma de cerrarle las puertas a una negociación con el Estado. También es una forma de propaganda con hechos, empleada por elementos radicales en la violencia política. Sus rasgos sobresalientes suelen ser el anonimato y la violación a las normas establecidas. Para el sociólogo brasileño Octavio Ianni es una técnica de violencia. El coronel francés Roger Trinquier, un especialista en guerras irregulares se refirió así: "El terrorismo es un arma de guerra". Lo emplee quien lo emplee.

Los anarquistas consideraban que era un medio poderoso para despertar la conciencia popular y la materialización de una idea a través de las acciones. Actúa como un catalizador, no como un sustituto de la rebelión masiva. También se ha determinado que aparece a menudo después del fracaso de otros métodos. A veces las organizaciones pequeñas recurren a ese tipo de violencia para compensar lo que falta en miembros. Otros estudiosos del tema determinaron que su empleo a veces se debe a la limitación del tiempo, impaciencia atribuida a la presión psicológica y organizativa del grupo. También la personalidad de los líderes, las exigencias de sus seguidores, la competencia con sus rivales constituyen a menudo impedimentos para el desarrollo de un pensamiento más estratégico. En otras oportunidades solamente aprovechan el clima de la opinión pública internacional con respecto a la legitimidad de un régimen.

La realidad demuestra que algunos terroristas son capaces de morir por la causa, pero todos son capaces de matar por ella. El terror no gana adeptos y a veces al aplicar medidas de seguridad en extremo se consigue que la población los considere más poderosos de lo que en realidad son. Como todos los grupos, aprenden de la experiencia de los demás y se encuentran pautas de contagio en distintas acciones. Generalmente hay un gran desequilibrio entre los recursos con que cuentan y el poder que pretenden derrumbar, esto es un factor decisivo para la toma de decisiones y de allí que a veces realicen actos de gran violencia, posiblemente sea una forma de compensar su propia debilidad.

Quienes deban prevenir sus ataques es necesario que estudien sus tácticas de ataque. Las burocracias estatales suelen ser enemigas de la Iniciativa y eso las hace lentas en sus acciones. En este tema en particular cabe decir buey lento toma agua turbia, como el refrán. Por eso el enemigo interno lo primero que desmantela son las oficinas de Inteligencia del Estado. Sin Inteligencia estamos siempre detrás de los acontecimientos. Informamos al enemigo y ellos determinan el qué hacer.

Los tipos de terroristas son: los de creencia religiosa, quienes se caracterizan por el fanatismo, los de creencia política, motivados por la ideología y los de creencia religiosa-política a quienes se los considera la clase más peligrosa. La Historia demuestra que los servicios de inteligencia estatales también utilizan esta técnica anónima para el logro de determinados fines. En la década de los años setenta la prensa decía que tres países ejercían el Terrorismo de Estado: Argentina, Sudáfrica e Israel. Con los cambios de gobierno en Argentina y Sudáfrica no se utilizó más esa metodología, también es cierto, que no hubo más terrorismo en esos dos países. Voltaire decía: "Para saber quien reina sobre ti, simplemente descubre a quién no puedes criticar".

Se considera que si se le antepone la palabra "anti" a la de guerrillas es una fórmula netamente defensiva, en cambio, si es la de "contra", es netamente ofensiva. Uno de los primeros en hablar y actuar en contraguerrillas fue Napoleón. El mismo ordenó a su general Lefevre que a los partisanos había que combatirlos como partisanos. En Argentina el cuestionamiento de las formas de combate de las guerrillas, produjo una enemistad absoluta y una desvalorización total del enemigo. Las burocracias militares suelen ser lentas en sus acciones, por lo tanto, la iniciativa guerrillera en principio lleva la delantera. El combate aplicado por el Estado en esos años tenía más que ver con una estrategia de desintegración y dominación vendida por el extranjero, que por la eliminación o peligrosidad de los combatientes guerrilleros. Había service en esas organizaciones a lo loco. El resultado final, Alexis de Tocqueville lo habría dicho así: "Cuando el espíritu militar abandona a un pueblo, la carrera militar deja inmediatamente de ser apreciada, y los militares caen al rango más bajo de los funcionarios públicos". Y en este país el Ejército fue muy importante, por supuesto en otro tiempo, otro Ejército, otros hombres. Arturo Jauretche un pensador nacional siempre anticipado a su tiempo, entre tantas cosas ciertas dijo: "No se domina a la gente con armas, sino con el espíritu que las maneja. Si un general no sabe historia, o conoce sólo la de Mitre, es evidente que su espada no va a herir a los enemigos del país sino a sus hijos". Cuando el enemigo infiltró el Ejército y comienza su ruptura, adiós futuro. Otro capítulo del camino hacía la desintegración nacional. Pero eso es otra historia. El politólogo alemán Carl Schmitt en su libro "Teoría del Guerrillero" dijo: "El desarrollo de la teoría del guerrillero desde Clausewitz, pasando por Lenin y hasta Mao, ha sido impulsada por la dialéctica de lo regular y lo irregular, del oficial profesional y del revolucionario profesional".

Los niveles del terrorismo, según Héctor L. Saint Pierre, son: a nivel táctico, el que busca lograr el mayor daño y la mayor publicidad del acto; a nivel estratégico el que quiere provocar terror y amenaza de la fuerza y finalmente, en cuanto al nivel político, en su ataque contra el Estado, el que busca la fractura de la voluntad del enemigo. El mismo autor señala que las víctimas son: la víctima táctica, que son los muertos, heridos y mutilados de los ataques, las víctimas estratégicas son los que permanecen vivos y aterrados; y la víctima política: el Estado. La clasificación tipológica del terrorismo es: individual, grupal, estatal, Internacional que actúa en un marco político internacional, generalmente en las guerras de liberación – y la transnacional que implica la movilización de recursos humanos y materiales en países alejados de su propia población de origen.

La innovación de sus métodos es de acuerdo al acceso de nuevos recursos. Ha habido innovaciones consideradas estratégicas, como por ejemplo, el secuestro a diplomáticos y a aviones de pasajeros a partir del año 1968. El Ejército Republicano Irlandés (IRA) en el año 1972 cambia la forma de accionar de sus francotiradores, que se podría resumir así: un tiro, un muerto y desaparecían, por ese día no combatían más. Si bien sabemos que el objetivo de las guerrillas, ya sean urbanas o rurales, es no presentar combate frontal o de larga duración, esta modalidad contribuía a la baja de la moral de las fuerzas ocupantes. Las innovaciones continuaron con los coches bombas, modalidad extraída de Medio Oriente; también han utilizado animales-bombas, bicicletas y aviones, en fin, una variedad de elementos que les permita mantener la iniciativa a través de la sorpresa. A las estructuras clandestinas les lleva mucho tiempo para que sean relativamente seguras, siendo su costo muy alto, por lo tanto, les es necesario manejarse con una estrategia sin tiempo. Como toda organización que persigue un fin político o de sumar adeptos a una causa, en estos tiempos modernos necesita de los medios masivos de comunicación. El conocimiento, para que tenga valor no solamente se debe poseer sino que es necesario que los demás sepan que uno lo posee. Algo similar ocurre con estas organizaciones clandestinas, no solamente les es necesario lograr el objetivo político o militar sino que la población lo sepa. Debemos tener presente que la víctima no siempre suele ser el objetivo real.

Aquellos que motivados por la religión hacen uso del terrorismo, se auto legitiman con Dios, no hay necesidad de justificarse, no les interesa el costo político, que sí les interesa a las organizaciones políticas. No siempre revelan sus reales aspiraciones. Los expertos en el tema determinaron que la diferencia entre fe y fanatismo es que la primera es tolerante, por la fe se muere; y en cambio, por el fanatismo se mata, siendo éste de siervos nunca de hombres libres, buscando ahogar la verdad de los demás, según la versión del Occidente judeo-cristiano.

El Terrorismo de Estado es conocido y su eficacia se basa en la utilización de los magníficos medios del Estado operando en forma anónima y semiclandestina. Ya en su época Adolfo Hitler había advertido sobre el tema: "El terror en el taller y en la fábrica tendrá éxito mientras que un terror igual no le corte el paso". En algunos países de América Latina fue un instrumento para la aplicación de medidas económicas, en principio, que fueron condicionando todas las demás que rigen a un Estado-Nación. Como el motivo de este artículo no es la política partidaria, el lector latinoamericano podrá fácilmente analizar que después de las guerrillas, que también merecen un análisis muy particular, llegaron las dictaduras militares y que al final de dichos enfrentamientos y períodos de gobiernos, la situación de los países afectados empeoró notablemente. Donde se considera una excepción, es porque ha habido civiles y militares con condiciones que podríamos denominar de clase dirigente y por supuesto patriotas. Quienes han sido muy vulnerables a este extraordinario juego imperial han sido los militares argentinos. Posiblemente debido a la ignorancia política de las conducciones y su deformación con manuales militares extranjeros. Y lo que es peor, hasta el día de hoy algunos no se dieron cuenta de que todo fue una operación del enemigo. Crean la guerrilla, te enseñan en la Escuela de las Américas y después te mandan preso con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Todo made in USA. Como si no alcanzara el mensaje tuvimos un Premio Nobel de la Paz, argentino, desconocido y defensor de los derechos humanos. Por supuesto que su nombramiento no surgió de Argenta. Las organizaciones de derechos humanos argentinas recibieron el total apoyo de Occidente. Siempre lo importante es la división interna, que le llamamos brecha y el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional.

Eso es dependencia pura. Y después juntos, los anglosajones, nos abrocharon en Malvinas. Principio del corte nacional. Menos mal que estaba la Fuerza Aérea Argentina que con su destacadísima actuación no solamente combatió con bravura e inteligencia al enemigo sino que dejó a salvo el honor argentino. Para que el enemigo aprecie que no somos todos iguales. Los que pasaron por las Escuelas de Guerra se olvidaron de lo mencionado por Carl von Clausewitz "La guerra es la continuidad de la política por otros medios".

La metodología utilizada consistía en: Captura, Interrogatorio, Ejecución, Desaparición. Bajo el punto de vista militar es una fórmula de lo más eficaz, cualquiera que la aplique le complica la actuación al enemigo. Si recordamos que la guerra es la continuación de la política, sabemos que más tarde o temprano hay que rendir explicaciones sobre lo acontecido. Más aún, si los muertos son de la misma nacionalidad. Lo que la gente se pregunta porqué no se hizo dentro de la ley, y porqué no entregar los cadáveres. La mayoría provenían de familias católicas, es parte de la tradición el velatorio y entierro. Y los niños que fueron entregados a terceros que nada tenían que ver con sus familiares. Además, venían de dar un golpe de Estado a un gobierno elegido democráticamente. Lo que la conducción militar no se animó a decir quién les sugirió esa última parte de la metodología. ¿Fueron los milenarios de siempre los que patean y atajan? Todos sabemos que la guerrilla fue occidental y cristiana. Muchísimos de ello se fueron al exilio a todos países de Occidente y también a Israel. Los manuales extranjeros que deformaron la cabeza de los líderes militares de los años setenta del siglo veinte, explicaban, por ejemplo, los franceses como torturar argelinos, los norteamericanos algo similar pero refiriéndose a los vietnamitas, filipinos o latinoamericanos, jamás aplicaron algo igual con sus compatriotas. Cuando Regis Debray estuvo detenido en Bolivia, fue liberado por presión del gobierno de su propio país, (Francia), y no lo fue por ideología, sino por nacionalidad, así operan los Imperios. También los norteamericanos se negaron a hacer lo mismo que recomendaban a Patricia Hearts. Después se fue cayendo el verso armado por la Inteligencia Militar sobre la Unión Soviética y sus satélites en cuanto a la formación de la guerrilla argentina cuando el Comandante en Jefe del Ejército el General Viola hizo entrega de medallas del Estado Mayor a la Misión Soviética. El comercio fue floreciente con la U.R.S.S. en esa época del gobierno militar. Y aprovechando la eliminación del enemigo interno, el Comandante en Jefe del Proceso de Reorganización Nacional Dr. Alfredo José Martínez de Hoz contrajo la deuda externa más grande de la historia argenta, entre otros tantos desastres económicos para nuestro país. También en esos años de destrucción nacional perdimos el Canal del Beagle por mediación de un cura polaco. Los chupasirios eligieron al mediador. Otra vez nos entregaron al país que hace de portaaviones británico en América del Sur. El pueblo católico argento no dijo nada. Ellos también son parte de los amos de Argenta. Acabado ese desastre nos impusieron la democracia colonial que perpetúa la entrega nacional hasta el día de hoy. El presidente actual enarbola una bandera extranjera, además ese país no reconoce nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas. Continuación de la ruptura nacional. Los que fueron presos son los militares, en cambio, los civiles entregadores de la Nación: ninguno. En casi todos los órdenes de la vida, la factura la pagan los giles. Pasado el tiempo se conoció lo que opinaba, no cualquier hombre, sino Zbigniew Brzezinski sobre el particular: "El pequeño secreto subyacente es que la vaguedad de la frase "guerra contra el terrorismo" fue delirantemente calculada. La referencia constante conseguía un objetivo superior: estimular la aparición de una cultura del miedo. El miedo nubla la razón, intensifica las emociones y facilita a los políticos demagogos la movilización de la gente en apoyo de las políticas que quieren poner en marcha".

La definición de terrorismo es de acuerdo a los intereses participantes y el Derecho las tuerce, como siempre, a favor de los grandes intereses. Antístenes ya había dicho hace más o menos cuatrocientos años A.C.: "Las leyes se asemejan a una telaraña que ricos y poderosos rompen y los pobres y débiles se enredan en ella". ¿La incógnita es cuántos boludos nacen por cada inteligente?

"La acción no debe ser una reacción sino una creación" dijo Mao Tse Tung. Pero eso no es para cualquiera, solamente para los grandes Conductores, cualquiera sea la ideología. En la actualidad si uno presta especial atención a la metodología de la violencia narco en algunos lugares se puede aprender de lo que creo que va a llegar en un tiempo no muy lejano a nuestros países. Seguramente habrá observadores de estas lecciones de violencia de la América semicolonial.

En cuanto a las armas que utilizan estos hombres, son normalmente automáticas, de gran simplicidad, probada eficiencia, con disponibilidad en el ámbito donde se mueven y que sean de fácil ocultamiento. En otras épocas se utilizaba lo que conseguían, no siempre era lo ideal. Utilizan también los elementos de fuego, es decir, explosivos denominados de circunstancias y, por supuesto, los explosivos de uso civil y los más apreciados de uso militar. Pero lo más importante es el entrenamiento, así como te entrenas así pelearas y a eso, por lo menos en muchos lugares nunca se le dio la importancia que el tema merece. Cuando irrumpía por primera vez la metodología terrorista, en décadas pasadas, era comprensible de que no se tuviera el entrenamiento adecuado…pero si después se continúa por dicha senda ya es negligencia pura.

"Cuando se lucha contra monstruos hay que tener cuidado de no convertirse en monstruo uno mismo. Si hundes largo tiempo tu mirada en el abismo, el abismo acaba por penetrar en ti". F. Nietzsche

Seratti Ricardo

DNI 10.979.953
Asesor de seguridad y Profesor instructor de tiro.
Muchos de sus trabajos son realizados en el exterior.