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Caza

Introducción a las miras telescópicas - Parte 2

Conocimientos para adentrarnos en el mundo de las miras telescópicas

Autor: Patti Salvador Daniel

Fecha publicación: 31/08/2022

Tratamientos antirreflejos, AR, o multicoat

En relación al párrafo anterior, en los sistemas ópticos, se emplean superficies pulimentadas, a las que se les deposita una finísima capa metálica, realizada por evaporación de metal en campanas de alto vacío, (la composición, y disposición de estos tratamientos será material para otra nota). De esta manera se reduce la perdida de luz por reflexión, es decir se cubre la superficie óptica con una capa antirreflectante. En estas finas capas se produce el fenómeno de interferencia, por lo tanto el espesor de este tratamiento no puede ser cualquiera, por lo general cerca de 1/4 de la longitud de onda luminosa.

Entonces, el tratamiento antirreflejo es algo a tener en cuenta ante la elección de un visor, ya que no será el mismo tratamiento el requerido para una mira que solo utilizaremos para cazar o tirar de día, que el que deberá llevar un visor al que le daremos uso en condiciones de luz extremadamente pobre, para este ultimo se recomienda tratamientos que “barran” mejor la longitud de onda del infrarrojo cercano.

El coeficiente de reflexión de tales tratamientos con incidencia normal (perpendicular a la superficie óptica o cristal) se determina por una formula. La importancia de los tratamientos antirreflejos no solo consiste en que disminuyen las perdidas de luz por reflexión, sino que también por lo que en virtud de las leyes de interferencia, los rayos reflejados en la capa se extinguen entre si, y por lo tanto disminuye la influencia nociva de la luz difusa, es por eso que no se debe elegir una mira con lentes tratadas solo por el color, o por que este tratamiento brilla mas o menos.

Además, para asegurarnos que lo descrito anteriormente se cumpla en todas las superficies ópticas que la luz atraviesa hasta llegar al ojo, dichos tratamientos se deben aplicar a todas las lentes del sistema, es mas, en ambas caras. Por lo general las miras comerciales baratas o de calidad media tienen tratamientos en la cara anterior del objetivo, y en la cara posterior de la lente del ojo del ocular, que es lo único que uno puede apreciar cuando las observa.

La cantidad de capas antirreflectantes para un trabajo de calidad varía entre 12 y 16. Con una o dos capas antirreflectivas tiene lugar una transmisión selectiva de la luz de acuerdo con el espesor de las capas, así por ejemplo, con una capa antirreflectiva para la zona visible del espectro, el máximo de antirreflexión se crea para la luz amarilla y la imagen también adquiere un coloreado amarillento (léase miras chinas).

Retículo

No hablaremos aquí de cual es el mejor retículo para determinado tiro, ya que de esto se ha hablado hasta el hartazgo. En su forma más simple el retículo consiste en una cruz de hilos muy finos colocados en el plano focal del ocular, o sea, en el mismo lugar donde se forma la imagen real. El retículo se fija en un anillo (en su cara vuelta hacia el ocular), que sirve como diafragma de campo. Esto se hace para que el ojo pueda percibir imágenes de claridad uniforme en toda su extensión, y para que no sea molestado por partes excéntricas de luminosidad no satisfactorias. La practica ha enseñado la conveniencia de elegir para el diámetro del diafragma de campo, que en este caso nos sirve de placa porta-retículo, una magnitud que es aproximadamente 1/3 o 1/4 de la distancia focal f2 del ocular, por esta razón no puede colocarse cualquier arandela como placa porta-retículo. En otros casos, especialmente en muchas de las miras japonesas modernas, el retículo es grabado sobre una placa de vidrio, lo cual tiene su consecuencia, (lo analizaremos cuando veamos luminosidad).

Cuando un visor montado sobre un rifle, es dirigido hacia el lugar donde se encuentra un punto objeto nítido , por ejemplo, un ciervo, la imagen se halla en algún punto del campo visual. Moviendo todavía el anteojo en sentido horizontal y vertical, se podrá conseguir que la imagen se sitúe justamente en el cruce de los hilos del retículo. Solamente en una determinada y única posición del anteojo se producirá esta coincidencia. Decimos entonces que el anteojo está dirigido hacia el punto que se ha apuntado, o que se lo ha "bisectado".

Eje de colimación

Todos los rayos emitidos por el objeto (ciervo) y que caigan sobre el objetivo, se reúnen entonces en el cruce del retículo. Entre estos rayos es especialmente interesante el que pasa por el centro óptico del objetivo, el que no sufre desviación al atravesarlo. De lo que se deduce que, cuando el anteojo está dirigido al punto objeto, se encuentran en una línea recta: el objeto, el centro óptico del objetivo y el cruce del retículo. Esta línea, definida en el anteojo por el Centro óptico del objetivo y el cruce del retículo, se llama eje de colimación. Apuntar a un punto implica entonces dirigir el eje de colimación a ese punto.

Se nota que el eje de colimación depende completamente de la manera cómo se ha montado el retículo, y como éste, (en la mayor parte de los instrumentos) permite pequeños desplazamientos perpendiculares y horizontales al eje del anteojo, por medio de los tornillos reguladores, el tirador puede modificar fácilmente en algo la posición del eje de colimación, con el objeto de satisfacer ciertas exigencias que se hacen sentir en los tiros.

Nunca debe, como ocurre en algunos textos, confundirse el '”eje de colimación" con el "eje óptico" del anteojo, dado que esta última denominación significa el eje del objetivo o sea la recta que une los centros de curvatura de sus superficies, eje que no depende en nada de la posición del retículo.

Para conseguir que en un anteojo la imagen de un punto lejano o cercano se produzca en el plano focal del ocular, se mueve el ocular longitudinalmente. En algunos modelos de miras (por cierto mas antiguos, pero no por eso de peor calidad) este movimiento lo acompaña el retículo, que también está unido al tubo ocular por medio del anillo del diafragma de campo. Para que ojos de distintas condiciones puedan usar la mira cómodamente, el ocular (que es una lupa compuesta) debe todavía ser desplazable respecto al plano del retículo.

¿Qué es el famoso Paralaje?

Cuando el tirador este viendo enton¬ces los hilos del retículo con toda claridad y cuándo, después de haber movido el ocular hasta ver nítidamente también la imagen del objeto (producida por el objetivo), no hay que confiar todavía en que esa imagen se halle exactamente en el plano del retículo.

El ojo puede tener la sensación de la nitidez aun cuando existe todavía una pequeña diferencia entre la situación del plano de la imagen del objeto y el plano del retículo. La pequeña distancia que puede existir aún entre esos dos planos se llama paralaje. Así es posible que la imagen se halla formado un poco delante o un poco detrás del plano del retículo.

Si uno de estos casos sucede, y cuál de ellos sucede, se averigua fácilmente con mover un poco el ojo detrás del ocular: Si existe paralaje, se desplazará la imagen del objeto con respecto al retículo al mover el ojo, y según la manera cómo se desplaza, se deducirá si esa imagen se encuentra más lejos o más cerca del ojo que el plano del retículo.

Les confiare un secreto, si, por ejemplo la imagen al mover el ojo se desplaza en el mismo sentido que este, es un indicio de que esa imagen se encuentra más alejada del ojo que el retículo. En este caso se entrará un poco el tubo ocular hasta que desaparezca el paralaje. Si por el contrario, al mover el ojo, la imagen se desplazara en sentido opuesto a este, seria indicio de que la imagen se halla más cerca del ojo que el retículo, en este caso sería necesario extraer un poco el tubo ocular para hacer desaparecer el paralaje. Lógicamente la imagen puede “emborronarse” al realizar estas operaciones, por lo que será necesario correr hacia delante o hacia atrás la lente objetivo, operación ésta, que no es sencilla de realizar en pleno campo.

Para esto, los fabricantes han diseñado miras con corrector de paralaje incluido. Se trata de tubos que montan el objetivo y que dan la posibilidad de girarlo manualmente, de manera que permiten adelantar o retrasar la lente objetivo, generalmente vienen graduados de 25 m a infinito.

Particularmente nunca compraría una mira con corrector de paralaje, ya que es un artilugio de fabricación para tapar la mala calidad o bien de diseño o bien de las lentes, y no como sería de pensar, un aditamento u opcional de lujo, sino todo lo contrario. Una buena mira telescópica viene con paralaje libre de fabrica, (Paralax free) sin necesidad de estar corrigiéndolo de acuerdo a la distancia de tiro. Salvo que uno este en el polígono y con mucho tiempo, en el campo, con la adrenalina y los nervios a su máximo nivel, no hay tiempo para hacer cálculos, ni reglas de tres, ya sean simples o compuestas.

Bien, chiste al margen, antes de usar el anteojo de puntería, es imprescindible hacer desaparecer todo vestigio de paralaje, porque seria muy perjudicial para la precisión de los tiros si las bisecciones (alineamiento) dependieran de la posición del ojo detrás del ocular.

Los defectos de las lentes

Aberración esférica

Las diferencias entre los lugares de reunión de los rayos marginales y los rayos centrales salientes del mismo punto objeto, es tanto mayor cuanto mayor sea el ángulo de abertura del cono de los rayos emitidos por el objeto. La aberración esférica tiene por consecuencia una falta de claridad y nitidez de la imagen. En lugar de puntos imágenes luminosos, se forman sobre la retina del ojo pequeños círculos, llamados círculos de dispersión (de un cierto diámetro), es decir, pequeñas superficies en lugar de puntos. Similares círculos se forman por todos los puntos de un objeto, y esos círculos se superponen en parte, produciéndose entonces en conjunto una imagen a la cual falta nitidez y la que parece cubierta de un ligero velo.

Los defectos del ojo tienen su ventaja

A pesar de la aberración esférica de las lentes, las imágenes producidas sobre la retina del ojo son prácticamente nítidas, debido a la circunstancia de que el ojo, por la constitución de la retina, no es capaz de percibir separados dos puntos cuando los rayos, que de ellos llegan al ojo, forman un ángulo menor de un minuto de arco. En consecuencia, no hay necesidad de que los instrumentos ópticos formen de los puntos objetos exactamente puntos imágenes, siendo suficiente que los círculos de dispersión producidos sean tan pequeños que el ojo los vea como puntos.

Aberración esférica mínima. Lente de la mejor forma

Con una sola lente la aberración esférica no puede ser completamente eliminada, pero sí reducida a un mínimo para una determinada distancia del objeto. Esto se realiza mediante una adecuada elección de los radios de curvatura. Una tal lente, en la cual resulta reducida a un mínimo la aberración esférica para un objeto lejano, Se llama "lente de la mejor forma". Se puede demostrar que esa lente es de forma biconvexa. Por eso todas las lentes objetivos de las miras, los pares inversores y la lente del ojo del ocular,(dependiendo esta ultima del tipo de ocular diseñado por el fabricante) tienen esta forma.

Es decir, la aberración esférica, para rayos que proceden del infinito, (distancia mas allá del foco de la lente) es mínima en una lente biconvexa. La cara de mayor curvatura debe estar dirigida hacia el lado de los rayos incidentes (hacia el objeto).

Patti Salvador Daniel

Licenciado en Optica Oftálmica
Titular del Laboratorio Óptico LaserHawk