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San Telmo

Con historia propia

Autor: Navarro Yanina

Fecha publicación: 16/07/2003

El barrio de San Telmo es uno de los más antiguos de Buenos Aires y nació en las afueras de lo que era el centro en ese momento (Plaza de Mayo). Situado entre el Fuerte de la ciudad (actual Casa de Gobierno o Casa Rosada) y el puerto del Riachuelo.

Conserva su imagen tradicional, con casas de la época colonial y al recorrer sus calles empedradas se observan anticuarios y la feria de artesanías que lo hizo tan popular. En principio, el lugar fue habitado por las familias más importantes y patricias de la ciudad que gozaban de numerosas ventajas con la ubicación de cercanía al puerto.

Pero, ciertos acontecimientos como la epidemia de fiebre amarilla que sufrió la ciudad en 1871, hicieron que estas familias se marcharan lejos del lugar. A raíz de esta deserción, devinieron los inquilinatos y conventillos ocupados por inmigrantes y gente de bajos recursos.

Y, fue en esos precisos recintos donde la ciudad vio nacer al baile que dio a conocer a Buenos Aires por el mundo "el tango".

Años más tarde, con la intención de mejorar el sitio, surge la idea de crear una feria de objetos antiguos en la Plaza Dorrego, la más antigua después de la plaza de Mayo, ubicada en el rectángulo original formado por las calles Defensa y Humberto I, con dos pequeños pasajes.

En 1970, la por entonces Municipalidad de Buenos Aires concreta la iniciativa, y a partir de allí, fueron acercándose diferentes personas a ofrecer antigüedades heredadas, ropa de época, curiosidades y libros raros.

Desde ese momento, comenzó a palpitarse la recuperación del barrio, los puestos crecieron, se extendieron hacia los alrededores y muchos de ellos se convirtieron en famosos anticuarios de exclusiva mercadería, los viejos caserones fueron trasformándose en restaurantes de categoría, y se sumaron artistas de variedades que actuaban en las calles.

Este proceso fue tomando cada vez más repercusión, y en la actualidad, la feria es calificada como uno de los atractivos turísticos más importantes de la Ciudad, reúne unas ocho mil personas por domingo y ofrece en sus 270 puestos de antigüedades todo tipo de objetos, con el acompañamiento de números artísticos, vendedores ambulantes, cantantes de tango y estatuas vivientes.

Por otro lado, para formar parte de estos puestos, es necesario disponer de mercadería anterior a los años 60', se entra por riguroso sorteo a medida que van quedando los puestos libres. La organización está a cargo de una comisión de 16 delegados que se ocupan de la propaganda, la limpieza y del comportamiento de los vendedores.

Otros sitios para recorrer

El Parque Lezama brinda su encanto al barrio, con su impactante paisaje y sus estatuas en los senderos. El recinto, fue otorgado por Garay al capitán Alonso de Vera, años más tarde fue vendida al inglés Daniel Mackinlay y luego al norteamericano Carlos Ridgely Horne, quien construyó una lujosa mansión sobre la calle Defensa.

En 1857, el salteño José Gregorio Lezama comprador del predio, incorporó especies exóticas, y extendió el lugar, creando el parque actual. A su muerte, su viuda lo cedió a la municipalidad con la condición que fuese un espacio público de paseo y llevara el nombre de su esposo.

El Templo de San Pedro Telmo, se encuentra a metros de Plaza Dorrego, en la manzana donde se instaló el segundo asentamiento jesuita en la ciudad de la Trinidad.

En su origen fue denominado Nuestra Señora de Belén. Fue diseñado hacia 1734 por el arquitecto Italiano y Jesuita Andrés Blanqui. A raíz de la expulsión de los Jesuitas en 1767, el Templo quedó a medio construir y fue destinado a depósito y asilo, hasta que en 1806, se crea la Parroquia de San Pedro González Telmo, patrono de los navegantes (beato español del siglo XII). Un año después fue ocupada por los invasores ingleses.

Hasta que finalmente en 1898, la iglesia terminada con el revestimiento de la cúpula, (luego modificada), y sucesivos remodelamientos, que sólo dejaron las pilastras pareadas de la fachada de la obra de Blanqui.

La Iglesia Dinamarquesa, inaugurada en 1931, presenta un estilo neogótico ideado por los arquitectos Ronnw y Bisgaard.

La Casa Mínima, la construcción más angosta de la ciudad, cuenta con un frente de 2.30 m y un pequeño balcón en su piso superior. Asimismo, se encuentra también la Primer casa de la Moneda, la cual funcionó más de 50 años antes de trasladarse a su ubicación actual.

En la misma manzana, se encuentra la sede del Archivo del Ejercito. Este posee un frente de ladrillos a la vista y una estructura de vigas de hierro, que dan forma el estilo característico de la arquitectura inglesa de comienzos del siglo XIX.

El Viejo Almacén, el reducto de Tango creado en 1930 por el cantor Edmundo Rivero, quien se presentó allí durante dos décadas. Restaurado en 1979, sucesivamente fue un almacén, vinería y luego el restaurante Volga. Y aún hoy conserva las argollas en las que se ataban a los caballos.

El Pasaje de la Defensa, una vieja residencia de 1880 perteneciente a la familia Ezeiza, fue convertida en 1981 en una galería comercial con cafés y locales de antigüedades.

El monumento del canto al trabajo, creado por Rogelio Yrurtia, fue inaugurado en 1927 y es considerada una de las obras escultóricas más importantes del país. Representa 14 figuras humanas arrastrando una roca, simbolizando el esfuerzo al trabajo.

Lo que antiguamente fue la residencia Lezama, se convirtió gracias a la donación de la viuda, en el Museo Histórico Nacional. Allí, se exponen piezas de la época del Virreinato y de las luchas por la independencia, así como la colección de objetos del General San Martín, desde la recreación de la habitación donde murió, hasta la magnitud de las campañas realizadas.

También en una de las salas se albergan las colecciones pictóricas donde se observan los usos y costumbres que dan vida a la historia del país. Se destacan las obras de Cándido López, 32 óleos que relatan de una forma particular la guerra del Paraguay.

El Museo tecnológico, ubicado dentro de la Escuela Técnica cuenta con una importante colección de Leonardo da Vinci.

El Museo de Arte Moderno, inaugurado en 1989, exhibe el arte visual y musical de vanguardia, cuenta con las obras de Ignacio Pirovano y de grandes pintores modernos de este siglo.

El Museo penitenciario, establecido sobre la base de un antiguo edificio jesuítico que fue cárcel por más de 150 años.

La casa del poeta Esteban De Luca, es una vivienda que data del siglo XVIII perteneciente a la familia de este soldado y escritor. También se encuentra la casa del pintor Castagnino de estilo colonial, convertida por él mismo en un taller.

De esta forma, cada parcela de San Telmo ofrece un viaje al Buenos Aires colonial, al escenario sobre el que dio sus primeros pasos el tango, y una mirada a un barrio que creció y logró reconocimiento nacional e internacional gracias a la valoración que hizo sobre su propia historia.

Navarro Yanina

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