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Hasta luego Daniel Iglesia

Despedida a un gran amigo y Legítimo Usuario

Autor: Cabrera Gerardo

Fecha publicación: 25/01/2022

Quienes fueron sus amigos, no necesitan que les recuerde quien fue Daniel Iglesia. Pero creo que muchos deberían conocer algunas cosas que hizo.

De los relatos de torneos y competencias de tiro, lo dejo para que sea rememorado por quienes durante décadas compartieron esas actividades. De esas que terminan en un asado y con un brindis a su memoria. Por mi parte voy a recordar cuando lo conocí, en su armería Geviar y hacíamos las pruebas de tiro.

Largas charlas de mostrador, sobre historia, de fierros. Escuchar ese libro abierto que con tanta parsimonia relacionaba una batalla del siglo XIX con la evolución de las armas para llegar a la fabricación de la pistola que llevaba en mi bolso.

Imposible olvidar cuando nos encontramos en ALUTARA, fue fundador y socio Nª2. Traía sobre sus hombros la presidencia de AICACYP. ¡Menudo lío en el que se había metido!

Pocos conocen la historia de cómo ALUTARA pudo ser inscripta en IGJ. Los prejuicios infundados de quienes nada saben, bloqueaban la inscripción. Gestiones varias, charlas, reuniones eran infructuosas. "¿Una asociación de gente armada? ¡No!" Hasta que intervino Daniel. Se reunió con un funcionaria. Le explicó, como hacía él, al mejor estilo de que todo tiene que ver con todo. Charlaron sobre armas, las de fuego, las lanzas, el arco... la filosofía zen. Con esa catarata de palabras, de tono manso, sonrisa amable, y carácter inquebrantable.

Daniel avisó un rato más tarde que teníamos el trámite aprobado. Nunca me cansé de escuchar el relato de aquella reunión.

Un día me tropecé con la organización de un torneo, el primero de ALUTARA, en el Tiro Federal Gualeguaychú. Daniel gestionó que AICACYP donara los trofeos. Porque el era así, siempre apoyando. Dando ánimo. Enseñando como hacer las cosas, pero con el tono de una sugerencia.

- Llamalo a fulano. Decile que necesitas me dijo. Días después teníamos las cajas en la oficina.

En los momentos más aguerridos, cuando el desarmismo había copado el congreso y las instituciones en pos de sus negocios, era Daniel quien ponía los paños fríos y nos llevaba a razonar bajando los decibeles. El sabía de amigos y traidores, pero apelaba siempre al uso racional de la "fuerza".

En aquellos días, tener un comercio y militar en una ONG defensora de los derechos de los LLUU, era riesgoso. Sin embargo Daniel fue el primer vicepresidente de aquella asociación que fundó junto a Héctor Abbas. Tuve el orgullo de sucederlo en la función.

Por el otro lado recibía presiones, la cámara que presidía estaba incómoda con su participación. Los LLUU le debemos mucho a Daniel, más de lo que se cree.

¿Que mas puedo decir? ¿Qué era un padre enamorado? Había que escucharlo hablando de sus hijos, su orgullo. Ni hablar de los primeros viajes a Japón de Willy. Los contaba de tal forma que parecía que él era el que había viajado. Porque era ese, un hombre orgulloso de su familia.

A tres días de su cumpleaños, Daniel prefirió caminar por otra pedana. Nos queda la memoria de su integridad, don de gentes, valentía, carácter y una admirable serenidad.

Quienes quedamos, por ahora, de este lado, vamos a extrañar a Daniel Iglesia, el hombre de armas más pacífico que caminó entre nosotros.

¡Que en paz descanses y buenos tiros Daniel!

Cabrera Gerardo

Lic. en Sociología
Lic. en Administración de Empresas