Outdoor

La carpa

Pequeños consejos

Autor: Dacomo Carlos

Fecha publicación: 14/06/2003

Al iniciar este consultorio de Camping, Aventura y Vida al Aire, les propusimos comenzar una serie de notas relacionadas con los elementos que pueden hacer que nuestra salida de fin de semana o las próximas vacaciones invernales, sean espectaculares, siempre teniendo en cuenta estos pequeños consejos que en este consultorio, iremos vertiendo para que todos ustedes disfruten a cada instante de esto que no es otra cosa que vivir a cada instante la Aventura al Aire Libre, y para iniciar los haremos con la carpa.

Probablemente en épocas prehistóricas, las primeras carpas fueron las pieles sin curtir de animales de mediano tamaño, colgando de ramas de árboles. Debajo de ella se agazapaba el hombre prehistórico para guarecerse de fuertes temporales de lluvia y otras inclemencias del tiempo, cuando estos inconvenientes lo hallaban lejos de su caverna.

Es así que durante el transcurso del tiempo, se han ido transformando las necesidades del hombre, y el avance de la tecnología hizo que fueran variando telas y materiales con que se construyen las carpas.

En realidad, han sido mejoradas y han evolucionado constantemente, hasta el punto de que no existe otro elemento del equipo de campamento que presente tanta variedad de tamaños y formas.

Existen muchos y muy variados modelos de carpas, las denominadas Canadienses, las Estructurales, las Isotérmicas, y desde hace unos años las denominadas Iglú.

Las carpas tipo Canadienses

Son las más populares y de empleo más difundido, tanto en nuestro país como en otros países del mundo. Su característica esencial es el techo a dos aguas. Este techo doble, inclinado, se continúa en paredes verticales que, en su parte inferior, van unidas mediante costuras al piso de la carpa. Por lo general estas carpas poseen una entrada al frente, algunos modelos tienen entradas en los dos extremos, y cuenta con cierres automáticos distribuidos en forma de "T" invertida.

La carpa se mantiene levantada mediante dos parantes, emplazados uno en cada punta, afirmados en el piso e insertados en el techo. La estabilidad se completa a su vez mediante un conjunto de vientos frontales, laterales y drizas de tormenta.

Existen distintos modelos de esta carpa Canadiense, desde las más pequeñas en las que cabe una sola persona, llamadas "carpas vivas", de uso muy difundido entre las Fuerzas Armadas, hasta carpas de gran capacidad para cinco ó seis personas, con los respectivos accesorios para incrementar su confort.

Elementos constitutivos de la carpa

Las partes que integran la carpa, pueden variar según el tipo de carpa de la cual estemos hablando, debido a que pueden variar en más o menos elementos constitutivos. Generalmente, podemos dividirla en:

Paño: lo integran las alas de la carpa, las puertas, y las paredes de la misma.

Sobretecho: Es el paño que cumple la función de proteger al techo de carpa.

Parantes: lo integran los parantes propiamente dichos, la cumbrera, y los separadores de la cumbrera.

Vientos: Lo conforman los vientos Frontales, los vientos Laterales, y la driza de tormenta.

Estacas: Son los elementos de fijación de la carpa, los cuales variarán según el terreno donde instalemos la carpa.

Piso: Es el elemento que, unido al paño de la carpa, nos aísla de la tierra de la superficie que hemos elegido para levantar nuestra carpa.

Parantes

Generalmente son caños de duraluminio, y dividido generalmente en tres secciones. La Cumbrera: también es duraluminio y de dos o tres secciones, de las cuales una es un tramo extensible, que se regula conforme al largo de la carpa; La función primordial de la cumbrera es separar al techo de la carpa, del sobretecho, permitiendo que entre ambos circule aire y de esta forma se ventile, o mantega y evite la pérdida de calor.

Debemos ser muy cuidadosos, al proceder al armado de la carpa, por cuanto si colocamos los Separadores de Cumbrera después de haber colocado la cumbrera, provocaremos que las del sobre techo toquen las alas de la carpa, provocando en caso de lluvia, el paso libremente del agua.

Es importante destacar que los materiales con que se construyen los parantes varían con el tipo y modelo de carpa, principalmente por el uso al que se destinará la carpa.

Estacas

Las mismas, se utilizarán para afirmar la carpa al terreno, y estas serán conforme al tipo de suelo, donde utilicemos la carpa. Las estacas que vienen provistas con las carpas, por lo general suelen ser muy cortas, a no ser que se empleen en tierra muy consistente, la medida ideal de estaca oscilará entre 20 a 25 centímetros, y como mencionamos según el tipo de suelo, será el material y forma que deberá tener la estaca, por cuanto no tendrá la misma forma aquella estaca que, utilizaremos en nuestra Pampa Húmeda, que en la Alta Montaña, o en la Zona Costera.

No debemos olvidarnos que el material con que se confeccionen las estacas, deberá ser dentro de las posibilidades lo más liviano y resistente posible, debido a que muchas veces tendremos que desplazarnos con la carpa durante grandes distancias, y en esas distancias, una eventual sobrecarga es primordial en el rendimiento del acampante.

Paño de la carpa

O carpa propiamente dicha se confecciona con una gran variedad de géneros como ser: lonetas, nailon, dril, tela tauro, popelín, plástico, combinaciones de nailon y algodón y cierto número de materiales ligeros conocidos por sus nombres comerciales como el Hypalón, Goretex.

Generalmente las telas se designan por su peso, antes de ser tratadas, debido a este tratamiento las telas adquieren un peso mayor. Prácticamente la mayoría de las carpas que se fabrican actualmente se hallan impermeabilizadas, aunque las hay no tratadas químicamente. Estas no tendrán goteras en caso de que lloviera, a no ser que se toque la tela desde adentro de la carpa, dado que ello permitirá que el agua comience a filtrarse al interior de la carpa, esto se produce por acción capilar, y una vez iniciada no puede detenerse hasta que la tela se haya secado totalmente.

En su mayoría las carpas impermeabilizadas han sido tratadas contra el moho, que normalmente ataca al guardarla todavía húmeda o mojada, no debemos olvidar que una tela tratada sigue estando expuesta al moho, pero al no estar tratada es mucho más vulnerable a tales hongos. Otro punto a recordar cuando examinamos las telas de una carpa, es la anchura del género. Naturalmente, cuanto más ancha sea la tela, tanto menos costuras tendrá que hacer el fabricante.

Dado que las costuras le dan a la carpa fortaleza en lugar de debilitarla; Si examinamos una carpa veremos que en el extremo inferior de cada costura de las paredes, hay una especie de gasa, abrazadera o anilla, cosida al dobladillo, y donde se insertan las estacas que han de fijar la carpa al suelo, en una carpa bien diseñada las anillas se sitúan al pié de las costuras, porque en esos puntos es donde el material presenta más fortaleza, de ello se desprende que una carpa hecha de género ancho tendrá menos anillas o éstas habrán de estar cosidas en puntos donde no hay costuras, en cualquiera de los dos casos, la carpa será de inferior calidad.

Siendo lo ideal volcar nuestra preferencia en una carpa construida cuyo ancho por paño no sobrepase de 70 a 75 cm, asegurándose de que hay suficientes anillas para estacas cosidas a las costuras y no entre éstas. Al adquirir una carpa podremos encontrarnos con algunos términos textiles cuyo significado no conocemos bien, por lo cual a continuación explicamos algunos de ellos:

Urdimbre: Son los hilos que van en el sentido de la longitud del material.

Trama: Significa como fue tejida la tela de la carpa y la separación entre hilos.

Cardado: Cuando un fabricante anuncia un género de algodón "Cardado", en realidad no esta diciendo nada, pues todo algodón está cardado. Se trata sencillamente de un procedimiento de limpieza que elimina los cuerpos extraños del algodón bruto.

Peinado: Este procedimiento se hace para eliminar las fibras cortas. El algodón peinado, contiene sólo fibras más largas y naturalmente es de mejor calidad.

Cuenta: Es el número de hilos por cm2 de tela. Cuanto más elevada sea la cuenta en un tipo de género determinado, tanto mejor será el material. Una cuenta elevada contribuye a aumentar las cualidades hidropelentes y la duración. Los hilos pueden ser contados en una dirección, en el sentido de la trama o de la urdimbre; o bien puede darse el total, como por ejemplo 120 x 120 ó 240.

Entre los materiales utilizados para la construcción de carpas corrientemente utilizados se hallan:

Loneta de Ejército ó Tela Tauro: Es un material antiguo, pero sigue siendo uno de los mejores para carpas grandes y para las sometidas a un trato duro. Tanto la trama como la urdimbre están dobladas y retorcidas aumentando sobremanera su fortaleza y durabilidad. El tejido es apretado y no hace falta apresto para darle cuerpo o volumen. Se encuentran en plaza de 229gramos y de 340 gramos por 91,5 cm2. Cuanto más grande sea la carpa y peor el trato que haya de recibir, tanto más pesado ha de ser el material que se elija.

Loneta de Trama Única: Es un excelente material, aunque no tiene tanto cuerpo ni resistencia como la tela Tauro. Debe su nombre al hecho de que la trama es única y no doble como en aquella. Tampoco el tejido es apretado. A veces se la llama sencillamente "Loneta", y puede encontrarse en pesos de 227, 283, 340 y 397 gramos por 91 cm2. Es importante destacar que estas lonetas, pueden pesar más que las de Ejército ó Tauro, debido a los hilos más pesados y burdos que pueden utilizarse al tejerlas. De todas formas, la loneta de trama única prestará un buen servicio.

Dril ó Tela Cruzada: También conocida por otros nombres como Dril de la Selva, Dril de la Vela y Dril de Barca. Se trata de un hilado de algodón de peso medio, hecho con hilos gruesos. Más apretado que la loneta de trama única, el tejido tiene una cuenta de 100 a 130 hilos por 2,54 cm, y pueden ser identificado por su textura de tejido en diagonal. Es un buen material para carpas pequeñas o más grandes, que no sea sometidas a un trato duro.

Tela Palina: Tuvo su origen en Francia, poco antes de 1775, en que fue introducida en Irlanda, lo cual prueba que los buenos materiales para carpa no ha de ser necesariamente inventos recientes. Su tejido es fino, con una cuenta de 160 hilos, y posee gran resistencia a la tracción. Pesa unos 212,6 gramos por 91 cm2, y se utiliza sólo en carpas de la mejor calidad.

Tela Suma: Es un género de algodón peinado, de tejido muy apretado y con elevada cuenta, de 224 hilos. El acabado es suave al tacto. Como sólo peso 127,5 gramos por 91 cm2 y es muy fuerte, resulta ideal para carpas transportadas a lomo de caballo o de mula y para montañismo.

Poplín: Es un material de tejido muy apretado, con una cuenta de 160 hilos y finas nervaduras acanaladas a través de él. Muy apto para utilizar en carpas que deberán soportar la acción del viento, su peso oscila entre 170 y 212,6 gramos.

Existen muchos anuncios de fabricantes de carpas, donde afirman que esta llevan costuras de puntada doble. En las de alta calidad no suele anunciarse, porque se da por descontado que llevan este tipo de puntada. En realidad lo que dicen los redactores de los anuncios es cierto, pues nunca he visto una carpa cuyas costuras fueran de puntada única. Sin embargo, hay dos clases de costuras de doble puntada.

Algunas carpas tienen costuras planas; consisten éstas en una superposición sencilla de 1,27 a 1,87 cm, de las dos telas por el orillo o por donde se haya cortado, cosidas con doble puntada. La costura es limpia y no abulta, al ser plana como su nombre lo indica, he aquí donde terminan sus ventajas: el esfuerzo provocado por la tensión de la tela de la carpa se aplica directamente sobre los hilos de la costura plana y al poco tiempo, sobre todo si la costura ha sido rozada aunque sólo sea ligeramente, un hilo se romperá haciendo que se separe la costura.

Mejor es la costura solapada, en la cual los bordes del orillo de la tela se doblan y se meten uno dentro del otro antes de coserlos con puntada doble, a través de las cuatro capas de material. Esta costura puede tener un aspecto ligeramente abultado y prominente pero sobrepasa con mucho la fortaleza de la costura plana.

La mayoría de las persona cuando van a comprar una carpa eligen el color fijándose sólo, por lo general, en aquel que resulta atractivo a la vista. Sin embargo, hay que fijarse en algo más que el simple color. Estos no deben desteñir, ni deben manchar las ropas o la piel. Casi todos los colores empleados en las telas para carpas decoloran, hasta ahora ninguna posee un tejido o es objeto de procedimientos de coloración que resista una constante exposición a los elementos naturales.

Un accesorio de la carpa es el ábside, este es un paño de carpa que se arma en forma de medio cono, puede hallarse cocido al resto del paño, o no en este caso, se utilizará para guardar equipo, o cocinar, y se hallará unido mediante costuras al sobretecho.

Sobretecho

También conocido como doble techo, es el encargado de proteger al paño de la carpa ó carpa propiamente dicha, de los agentes climáticos externos, como ser el Sol, la Lluvia, el Viento, el Polvo, la Nieve etc, se halla compuesto por un paño generalmente de un color diferente al del paño de la carpa, y de un género de igual trama, que la del paño de carpa, pero con una cuenta de hilos mayor que esta.

El sobretecho se halla ubicado por encima de la alas de la carpa, y se hallará separado de estas mediante los tramos separadores, que se ubican sosteniendo a la cumbrera, posee dos drizas de tormenta, una en su parte delantera, y otra en la parte trasera, si tomamos una carpa del tipo canadiense sin ábside, en cambio tendrá una sola driza de tormenta, si la carpa posee en su parte trasera, un ábside. Como mencionara anteriormente, el sobre techo cumple una importante función, y por ende debe ser tratado con mucho más cuidado que el paño mismo de la carpa, dado que de recibir un trato inadecuado, y al estar en constante contacto con agentes degradantes externos, su capacidad de resistencia a estos agentes, se verá disminuida, restando años de vida útil a nuestra carpa.

Vientos

Se denominan vientos a los cordines que, se hallan amarrados a los herrajes de la carpa, y del sobretecho, y que tienen la función de sostener a la carpa una vez que esta ha sido armada. El material con que se hallan confeccionados estos cordines, en un principio fue de cuerda de manila, hoy las encontramos de algodón o de nylon. Podemos clasificar los vientos en tres tipos:

Vientos Frontales: Son aquellos que se hallan en la parte anterior y posterior de la carpa, también se los denomina principales, por ser estos los vientos que sostienen los parantes. En las carpas que poseen Ábside, el viento posterior de la carpa, no se hallará, en su reemplazo deberemos hallar, tantos vientos como cortes o gajos posea el Ábside. Vientos Laterales: O Esquineros, son aquellos vientos que se hallan en el resto de la carpa, es importante que en cada esquina del paño de la carpa y en cada esquina del sobretecho se halle uno, dado que estos poseen la función de estirar la carpa y darle consistencia a la estructura. Dentro de esta clasificación se hallan los vientos secundarios, es decir aquellos que se ubican a ambos lados del paño de la carpa, y del sobre techo, y que tienen por misión, el estirarla y así poder utilizar todo su espacio interior. Driza de Tormenta: Se halla ubicada en el sobretecho de la carpa, y si la misma posee ábside solo la hallaremos en la parte delantera del sobretecho, en cambio si no posee ábside, podremos encontrarla también en la parte trasera. Su función es cerrar la alas del sobretecho, para evitar que las mismas ante una tormenta, se agiten produciendo en muchos casos la rotura del material y por ende el del paño de la carpa. Además esta driza, posee la utilidad de que al cerrarse durante la noche, nos evite escapar el aire caliente que nos proporciona una temperatura agradable.

En el verano, al ajustarla convenientemente, podremos refrescar la carpa, dado que el aire circulante entre el techo de la carpa y el sobretecho, pase libremente por ella, de esta forma habremos logrado, ventilar en forma adecuada, la carpa evitando que el reposar en su interior se vuelva algo verdaderamente penoso.

Piso

Se halla confeccionado de material sintético, y su misión principal es la de aislarnos, impidiendo el paso de la humedad del suelo. Generalmente el material se denomina lona tipo cobertura, que posee una aplicación de goma, que impide que la humedad del suelo, pase hacia el interior de la carpa, y de ella a los cuerpos de los acampantes.

Es importante destacar, algo que integra el piso, el Zócalo, es muy útil que toda carpa posea un zócalo de aproximadamente 20 centímetros de altura, el cual ante un eventual anegamiento de la zona de acampe, o el desborde de una zanja de drenaje, nos proteja de esa carga de agua que, de otra manera ingresaría en nuestra carpa.

Además tiene una misión importante, que es la de no permitir que el paño de la carpa se halla en contacto con el agua, cosa que eventualmente, provocaría que el mismo se pudriera.

Armado de la carpa

La instalación de las carpas es una tarea que decidirá la suerte de nuestra estadía en el lugar designado para el campamento, ya que de la elección, limpieza del terreno, y del buen armado de la carpa depende, la seguridad, la comodidad y la defensa de los factores climáticos.

Elección del terreno

Acampar en un lugar alto y prestar mucha atención que el lugar no sea el lecho de un río seco, dado que el mismo puede crecer de forma imprevista.

No armar la carpa en terrenos ondulados o en declive pronunciado.

Tampoco demasiado cercano a ríos o bajo los árboles, dado que en los primeros, pueden sobrevenir crecidas repentinas, y los segundos atraen los rayos y en caso de viento pueden caer ramas sobre la carpa.

Al revisar el lugar donde ubicaremos la carpa, debemos fijarnos que no la armemos sobre un hormiguero, ni cerca de un panal o de un depósito de basura, o cercana a la zona de los baños.

Limpieza del terreno

Limpiar bien el sector donde armaremos la carpa. Asegurando que no queden piedras, palos, elementos punzantes, yuyos y malezas duras debajo del piso de la carpa, si alguno de estos elementos quedare debajo del piso de la carpa, podremos llegar a dañarlo y desde luego nos causaremos molestias durante la noche.

Armado

Una vez realizada la limpieza del lugar de acampe, deberemos observar los siguientes pasos:

Controlar la dirección del viento de modo que la carpa quede en diagonal al viento predominante del lugar, o sea que el viento deberá quedar siempre atrás de ella.

Ubicar la carpa dentro de la proyección de sombra de los árboles, en las horas que prefiramos, para protegernos de los fuertes rayos solares del mediodía.

La carpa debe tener su puerta orientada al Este, de modo que tenga el sol por la mañana, para que este le dé cuando realizamos el secado, limpieza y ventilación de la misma.

Sacar la carpa de la bolsa de transporte, y proceder a separar y armar los parantes, la cumbrera, y a tener listas para su uso a los separadores de cumbrera y las estacas.

Extender la carpa evitando las arrugas en el piso de la misma.

Clavar las estacas correspondientes a las esquinas del piso de la carpa, y luego las demás, observando al hacerlo que las mismas queden de un modo tal que apunten al centro de la carpa. Nunca en forma perpendicular al piso.

Procederemos a abrir el cierre de las puertas de la carpa, en su totalidad, evitando de esta forma que la cremallera del cierre, se zafe rompiendo los dientes del cierre, y de esta forma nos cauce un verdadero inconveniente.

Seguidamente introduciremos los parantes, comenzando por el de la parte trasera de la carpa y luego el delantero.

Con los cierres de las puertas cerradas, procederemos a clavar primero las estacas de los vientos frontales, tensándolos en forma leve, estos sostendrán los parantes, estabilizando medianamente la carpa.

Proseguiremos clavando los vientos laterales o esquineros, los cuales deben seguir la línea de costura de sus respectivos ojales, tensándolos de igual forma que los anteriores.

Procederemos a colocar los separadores de la cumbrera, se realizará en el piso saliente del último tramo de los parantes.

Luego de colocados y por encima de ellos, habremos de ubicar la cumbrera. Deberemos poner mucha atención, en este paso, dado que de realizarlo en forma equivocada, provocaremos en caso de una lluvia el anegamiento de la carpa.

Una vez realizado, ubicaremos el sobretecho, procediendo de igual forma con los vientos que forman parte del mismo.

Una vez realizados todos los pasos, comenzaremos a clavar las estacas pertenecientes a los vientos secundarios, hasta culminar con la totalidad de ellos.

Cumplimentado este paso, iniciaremos el ajuste de los vientos, equiparando las fuerzas que realizan los mismos, evitando que unos ejerzan más fuerza que otros, y de esta forma, sostener a la carpa correctamente armada.

Después de levantar la carpa, se cavará alrededor de la misma una zanja, de 15 a 20 centímetros de ancho y de 10 centímetros de profundidad, a la caída del sobretecho que, en caso de lluvia, recibirá y canalizará las aguas desviándolas hacia terrenos más bajos para evitar que así se inunde la carpa.

En diversos puntos de este canal periférico se realizarán varios desagües, es decir otros canales o salidas del mismo ancho y profundidad que el primero, estos conducirán las aguas hacia terrenos más bajos. En terrenos con desnivel muy pronunciado, se excavará otra zanja complementaria hacia la parte alta de la ladera.

Esta zanja, de forma más o menos semicircular, deberá quedar a 2 o 3 metros de la carpa y en caso de lluvia muy abundante, recibirá las aguas que desciendan por la pendiente, evitando un posible desbordamiento de la otra zanja más próxima a la carpa.

Desarmado de la carpa

Para el desarme de la carpa, primeramente deberemos realizar una limpieza del interior de la misma y en especial del piso, dado que cualquier elemento vegetal que quedare al cerrar y guardar la misma, puede con su putrefacción, producir el deterioro del piso de la carpa y por ende la pérdida de utilidad de la misma.

Luego de efectuada la aireación y limpieza de la carpa, cerraremos los cierres de las puertas.

Comenzando a aflojar los vientos secundarios, pertenecientes al sobretecho y de igual forma con los vientos frontales, del mismo.

Retiraremos el sobretecho, y luego de verificar su limpieza lo doblaremos para su almacenamiento.

Retiraremos la cumbrera, y los separadores de esta.

De igual forma que realizáramos con el sobretecho, procederá ahora a hacerlo con la carpa, quitando primero los vientos secundarios y luego los laterales ó esquineros.

Culminado esto, soltaremos los vientos frontales, y luego ingresará un acampante y procede a sacar los parantes, primeramente el parante trasero, y luego al salir hace lo propio con el delantero, los cuales se dejarán junto a la cumbrera y los separadores.

Se procederá a cerrar nuevamente, los cierres de la carpa, y bajando el paño hasta coincidir con los esquineros del piso, procederemos a sacar las estacas que fijaron la carpa al suelo.

Por último, efectuaremos el doblado de la carpa, procediendo a limpiar al mismo tiempo, el piso de la misma, sacando toda aquella maleza o tierra que se adhiriera al piso, durante la duración del campamento.

Una vez doblada la carpa, procederemos al desarmado de los parantes y de la cumbrera, conjuntamente con la limpieza de las estacas, y en el caso de que estas se hubieran doblado a causa de haber impactado contra una piedra del subsuelo, procederemos a enderezarlas.

Efectuada esta operación, y habiendo almacenado los parantes y las estacas en su respectiva bolsa, colocaremos el sobretecho ya plegado, sobre la carpa y por sobre ambos, las bolsas de parantes y estacas.

Por último, procederemos a doblar todos los elementos, y los introduciremos en la bolsa de almacenamiento.

Carpas estructurales

Desde el comienzo de la civilización, la Tienda de Campaña, da origen a las ciudades y a los palacios donde habitaban emperadores, reyes y príncipes, los cuales poseían las más lujosas tiendas, las que se hallaban divididas con finas telas de seda, y sus pisos se decoraban con la más rica y variada gama de tapices y alfombras.

En la actualidad, este tipo de Tiendas, se halla representado por las Carpas Estructurales, la cual como su nombre lo indica, se caracterizan por su conformación estructural, que le brinda un mayor y cómodo espacio interior.

Puede constar de diversos ambientes, como ser: dormitorios individuales, y separables entre sí, un estar sin piso, pero protegido por ventanas construidas por un tul que oficia de barrera entre la intrusión de insectos, y externamente una cortina enrollable plástica transparente, que protegerá el ambiente del frío, viento y la lluvia, en la parte interior estas ventanas, poseen una cortina oscura para permitir el oscurecimiento del ambiente.

Como dijéramos anteriormente, estas carpas, según el gusto del usuario, podrán acoplar los más diversos accesorios, que van desde un ambiente más, hasta despensas, antecarpas, toldos, percheros, colgadores, baño, etc.

El cuidado que se les deben dispensar a este tipo de carpas, es el mismo que se debe tener para las carpas del tipo Canadiense.

Carpas tipo Iglú

Conforme fue llevándose a cabo el desarrollo tecnológico de la humanidad, fueron avanzando los requerimientos que la misma realizara para sus aventuras, es así que en los años '90, hacen su aparición en el mercado del camping, las carpas denominadas Iglú, que son una copia al más mínimo detalle de las construcciones, que con igual denominación hacen los esquimales del Círculo Polar Ártico.

Los materiales con que se construyen las mismas, son telas de Nylon de Ripstop, impermeable, recubierto con 3 o más capas de un material poliuretanico resistente al agua, con costuras termoselladas.

El piso de la carpa, se confeccionará de tela Poliester Oxford impermeable, también con las costuras unidas por el proceso de termosellado.

La estructura que soportará esta tela, se halla confeccionada en cinco aros de duraluminio, unidos por un elástico llamado Schockord.

Los vientos al igual que las estacas son de materiales idénticos a los de las carpas Canadienses, Isotérmicas y Estructurales, debiendo observar solamente la utilidad que se le va a dar a la carpa y el tipo de piso donde se levantará la misma, dado que deberemos observar el tipo de estacas a utilizar.

Este tipo de carpa, por su forma, es preferentemente adaptable a todo tipo de condiciones climáticas, por ende al proceder a su armado sólo se debe tener en cuenta la ubicación del Sol, que dé sobre la puerta por la mañana, sin necesidad de dar una orientación a la misma.

Esta carpa, por ser de una tela más resistente, puede darnos la apariencia de ser una carpa indestructible, cosa que pueda llevar a engañarnos, pero como todas las carpas, esta también posee una vida útil, la cual podrá ser mayor que las comunes, siempre y cuando el cuidado que le proporcionemos sea el adecuado, dado que de no respetar las indicaciones del fabricante, el período de vida útil de la misma se verá considerablemente disminuido.

Consejos y cuidados de la carpa

Para que nuestra carpa, nos brinde todo lo que esperamos que ella nos dé, deberemos observar algunas reglas que consideramos de Oro, para el buen mantenimiento de las mismas.

  • Limpiar perfectamente la carpa antes de proceder a su desarmado.
  • No guardarla ni mojada, ni húmeda, pues de realizarlo de esta forma, aparecerán hongos que conllevan a la putrefacción de las telas, y por ende a la rotura de la carpa.
  • No enterrar los laterales de la carpa, el contacto constante de las paredes de esta con la humedad del suelo, puede provocar serios daños sobre el material.
  • El manejo y uso que debe proporcionarse a los cierres automáticos, requiere particularmente buen trato; debiendo evitar forcejeos o esfuerzos en la acción de abrir o cerrarlo, trarea que debe realizarse por acción de las cremalleras, y no por la separación de los lados dentados.
  • Se evitará apoyar, pisar ó recostar cualquier elemento sobre los lados dentados, por cuanto su rozamiento o fricción provocará deterioros o deformaciones de los dientes, con la consecuente rotura de los mismos.
  • La resistencia al viento en todas las carpas está dada principalmente, por los vientos y por un correcto armado, ubicándola de acuerdo a los vientos predominantes en la región y apuntándola hacia el mismo; el ábside en aquellas carpas que lo posean, un lateral en las carpas del tipo canadiense, y una arista posterior en el caso de las estructurales.
  • Cuando se esperen fuertes vientos bajar o desarmar los aleros.
  • No armar la carpa debajo de los árboles, pueden caerse frutos, ramas ó savia, que pueden ensuciar ó dañar el sobretecho de la carpa, restándole de esta forma vida útil al material.
  • No utilizar la carpa sin el sobretecho.
  • Bajo ningún aspecto se deberá ingresar a la carpa con calzado de cualquier tipo que este sea.
  • Cuidar que al doblar la carpa, no queden entre los pliegues estacas o demás elementos que puedan averiar la tela.
  • No guardar dentro de la carpa, comestibles que puedan ensuciarla o herramientas que puedan dañarla.
  • Por las mañanas, conviene remover todos los elementos del interior de la carpa y en lo, posible dejar que el sol entre en la misma.
  • No se debe permitir a los acampantes, correr entre los vientos de las carpas, dado que puede ocurrir que nos tropecemos con ellos y provoquemos serios daños a la estructura de la carpa.
  • No deberemos comer, ni cocinar ó encender faroles dentro de la carpa, salvo en aquellas que por poseer un tratamiento retardante, contra las llamas, así lo permitan.
  • Al comienzo de un chaparrón, cuando las primera gotas empiezan a tamborilear sobre el techo de la carpa, el paño deja pasar un finísimo rocío. No hay que preocuparse, una vez que se haya mojado la tela, al contraerse el tejido, cesará la pulverización.
  • Mientras dure la lluvia, no se deben tocar bajo ningún concepto, las alas que forman el techo de la carpa, evitando también que cualquier elemento puntiagudo haga lo mismo. De producirse esto se producirá irremediablemente una gotera.

Pueden formarse goteras, a veces, a causa de alguna arruga que haya podido formase en el tejido, si la carpa no está bien montada, ó en algunas ocasiones, por la caída de alguna ramita.

Dacomo Carlos

Licenciado en Geografía
Dirigente Scout

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